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Pasado el 26 de mayo, una vez que hemos depositado el voto en la urna, surge la pregunta de: ¿y ahora qué? Pues en Fuenlabrada y Moraleja de Enmedio, con mayoría absoluta del PSOE, todo apunta a que será una legislatura de rodillo. Incluso Humanes, donde al PP solo le falta un concejal para gobernar tranquilamente con mayoría absoluta otros cuatro años. Hasta Sara Hernández, en Getafe, va a poder pactar con Podemos y sumar una plácida mayoría sin necesidad de quebraderos de cabeza.

Los “problemas” vienen en aquellos municipios donde va hacer falta cintura política para gobernar. Es decir, que habrá que pactar sí o sí entre varios. Y algunas de esas opciones, a priori, parecen un tanto incompatibles. Pero ya se sabe que en esto de la política, a menudo, suelen surgir extraños “compañeros de cama” que hacen posible lo imposible. Si algo tiene de atractivo el poder es que atrae a todos por igual. Y las cuitas que pudieran existir antes de la cita en las urnas se olvidan de un plumazo con tal de hacerse con el bastón de mando.

Solo Fuenlabrada y Moraleja, con mayoría absoluta del PSOE, se libran de la tarea de buscar pactos a diestro y siniestro

Especialmente peliaguda va a ser la negociación en Arroyomolinos, el municipio del suroeste de la Comunidad de Madrid donde han tenido representación hasta siete partidos distintos. El PP de Ana Millán ha ganado las elecciones. Ha obtenido cinco concejales. Y le sigue Ciudadanos con 4; Vecinos por Arroyomolinos con 3, PSOE con 3; VOX con 3; Podemos con 2; y el PiArr, de Ferrero, con 1 (ande yo caliente… o dame pan y dime tonto).

Se configuran así dos bloques. Por un lado. PP, VOX y PiArr, que suman 9 concejales. Y por otro lado: Ciudadanos, Vecinos por Arroyomolinos y Podemos también suman 9 concejales. Por tanto la llave la tiene el PSOE. Los socialistas de Pilar Sánchez Torres que tendrán que posicionarse claramente. Pues una abstención o votarse a sí mismos daría el Gobierno a PP, VOX y PiArr, pues los de Ana Millán han sido los más votados. Al mismo tiempo que, tras la experiencia de la pasada legislatura, PSOE y Ciudadanos están a años luz de entenderse.

Especialmente peliaguda va a ser la negociación en Arroyomolinos, donde hasta siete partidos políticos han obtenido representación

Aún quedaría la tercera opción: PP y Ciudadanos en un Gobierno de concentración. Conviene recordar al sociólogo y físico francés, Gustave Le Bon, cuando decía que “gobernar es pactar; pactar no es ceder”. Y para gobernar, insistimos, está claro que hace falta pactar, y siempre teniendo en cuenta los intereses de los vecinos. Ahora bien, ese Ejecutivo va a estar sometido a lo que las distintas fuerzas estén interesadas y dispuestas a ceder.

Por eso decíamos que hará falta, sobre todo en Arroyomolinos, mucha cintura política. No se puede contar con el PSOE rencoroso de Sánchez Torres. Por lo que, al resto de partidos les toca mover ficha y configurar el mejor Gobierno posible para los próximos cuatro años. Ya pueden trabajar rápido y bien pues para eso, recordemos, reciben un más que digno peculio.