El CD Leganés se aplicó este miércoles al célebre dicho de que ‘quien perdona, lo acaba pagando’ y se dio de bruces ante el excelso momento de forma que atraviesa Antoine Griezmann, protagonista estelar del triunfo del Atlético de Madrid en la lluviosa noche madrileña.

Hasta que al delantero galo le dio por destapar el tarro de las esencias el ‘Lega’ había ofrecido una excelente versión, ordenado atrás y poniendo en aprietos a Oblak. Tal es así que cuando apenas habían transcurrido diez minutos Eraso envió junto a la madera un centro de Gabriel. Más cerca aún estuvo Gumbau, cuyo zapatazo en el 21’ se estrelló en el larguero. Y el rechace lo cazó Gabriel, cuyo escorado remate con la zurda lo sacó bajo palos Filipe.

Los de Garitano tenían contra las cuerdas al Atleti, pero en ésas acudió al rescate Griezmann, que ya al cuarto de hora había avisado en la única aproximación local enviando un libre directo a la cruceta. En el 25’ no perdonó. Recibió un pase filtrado de Koke y se plantó solo ante Cuéllar. Lo demás fue coser y cantar para él, que alojó el balón en las mallas con no poca sutileza.

Acusó el golpe el colectivo pepinero, que cuando quiso reaccionar ya había encajado el segundo. Y con el mismo sello del galo, aunque en esta ocasión a través de un magnífico saque de falta.

Lo peor para el Lega es que, lejos de reservarse para futuras contiendas, Griezmann siguió percutiendo tras el descanso con demoledora eficacia. El tercero lo materializó de cabeza en el 55’ y el cuarto con la zurda en el 66’.

Lo intentó Garitano con la entrada de Amrabat y Naranjo, pero la noche venía negada para los pepineros, que bastante tuvieron con evitar que los daños fueran mayores. El bache del ‘Lega’ está ahí. Ha sumado 2 de los últimos 15 puntos y lleva cinco partidos sin marcar, pero los 30 puntos que acumulan le mantienen todavía lejos de la zona de descenso.