Un celda de la cárcel de Valdemoro

El magistrado titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 7 de Parla, en funciones de guardia, ha acordado este martes la prisión de Gregorio R.C., conocido como ‘Goyito‘, que ha ingresado ya en la cárcel de Valdemoro.

De este modo cumple la sentencia dictada por la Sección 16 de la Audiencia Provincial de Madrid del pasado mes de julio por la cual fue condenado, tras alcanzar un acuerdo de conformidad, a dos años y ocho meses de cárcel, y cuya pena aún no había abonado en su totalidad, ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM).

Por otra parte, el magistrado le ha tomado declaración en relación al hecho por el que fue detenido este lunes por la mañana en Pinto: el robo de un coche y el asalto en una establecimiento de telefonía móvil ocurrido en octubre en Parla, aprovechando un permiso carcelario.

El juez ha abierto diligencias previas contra él por la supuesta comisión de un delito de robo con violencia y, posteriormente, se ha inhibido al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de la localidad, que es el que se encontraba de guardia en el momento de los hechos, el pasado mes de octubre y, por tanto, el que conocerá de este asunto.

LA ÚLTIMA DETENCIÓN

El Grupo XXI de la Brigada de Policía Judicial de Madrid arrestó el lunes al llamado ‘Rey de los Aluniceros’ en un hotel de Pinto, en el que se había registrado con un nombre falso. La Policía le seguía sus pasos, ya que desde octubre iba dando bandazos de un sitio a otro para evitar la acción de las Fuerzas de Seguridad y de la Justicia. Pero este grupo especializado de agentes ya conocía sus movimientos.

Hace dos meses, la Policía Nacional y la Guardia Civil desarticularon un grupo criminal especializado en cometer ‘alunizajes’ en establecimientos comerciales, especialmente talleres mecánicos en las provincias de Madrid y Toledo, a quienes les imputan 52 delitos. Entre ellos se encontraba ‘Goyito’, de 26 años, quien ya acumulaba entonces más de 40 antecedentes policiales y 30 detenciones, muchas de ellas cuando era menor de edad.

Él y su banda habían cometido robos por el procedimiento del alunizaje en distintos establecimientos y no dudaban en emplear la violencia si eran sorprendidos por los propietarios, llegando a utilizar armas de fuego para amenazar a sus víctimas.

Se dirigían especialmente hacia talleres mecánicos, llegando a robar hasta en seis de ellos en una sola noche, donde sustraían herramientas y maquinaria, así como vehículos de alta gama que después utilizaban para cometer nuevos delitos. Además actuaban en otros establecimientos como estaciones de servicio.

Los agentes también demostraron que los integrantes del grupo criminal, asentados en la ciudad de Madrid y en el municipio toledano de Casarrubios del Monte, cambiaban de residencia de forma habitual para dificultar las labores de investigación de los investigadores.

En sendas casas, okupadas de manera ilícita, recuperaron numerosos efectos procedentes de los robos investigados, así como 14 vehículos de alta gama y una caravana, todo ello valorado en unos 300.000 euros. A pesar de todos estos hechos, el juez le dejó el libertad con cargos.