La tercera victoria consecutiva del Alcorcón ha tenido como adversario al Girona, que ha pagado a precio de caviar del Volga un par de despistes en el tramo final del encuentro. En uno de ellos se ha gestado el único gol del encuentro, en el minuto 83′, cuando Arribas ha recogido un rechace del larguero a remate de su compañero Barbero para encarar la portería y remachar a placer.

Es lo que tiene esta nueva versión del conjunto alfarero, que mantiene la concentración y la intensidad desde el pitido inicial hasta la conclusión. Y eso que el partido se le pudo poner de cara mucho antes, concretamente en el minuto 33, cuando el colegiado señaló penalti en el área visitante por mano de Samu Sainz. Pero esta vez Marc Gual, que llevaba tres goles en los dos compromisos previos, estrelló el lanzamiento en el larguero.

Antes la había tenido Gorostidi (16′) desviado a córner y también la tuvo el Girona en un cabezazo a bocajarro de Bárcenas que se encontró con una gran intervención de Dani Jiménez (22′).

Ya en la segunda mitad, el conjunto visitante intentó dar un paso adelante y por momentos hizo recular a los de Anquela, que a veinte minutos del final echó mano de Ernesto, Juanma y Barbero en una jugada que le salió redonda, ya que el encuentro volvió a virar de rumbo.

El primer aviso lo dio uno de los recién llegados, Barbero, en una gran jugada personal cuyo postrero remate se estrelló en el lateral de la red. El segundo tuvo el mismo protagonista inicialmente, pero esta vez su disparo se fue al travesaño tras tocar el meta Juan Carlos y Arribas apareció de la nada para levantarle la cartera a la zaga gerundense y marcar un gol que no solo vale tres puntos, sino que confirma que a este Alcorcón si algo le sobra de un tiempo a esta parte es fe en sus posibilidades. Y algo habrá tenido que ver en eso el segundo aterrizaje de Anquela en Santo Domingo.