“Una prensa libre, como una vida libre, siempre está en peligro”. Y qué razón tenía Humphrey Bogart en el año 1952 cuando protagonizaba la película El cuarto poder. Ese es el principal cometido de la prensa libre: vigilar, controlar, informar y sacar a la luz pública los posibles tejemanejes en los que pudieran estar inmersos los otros tres poderes.

La libertad de prensa y de los periodistas garantiza la democracia. La democracia no la garantiza un político sentando en el banquillo por puro capricho a un periodista. A veces tenemos que defender esta noble y digna profesión ante un juez. Les aseguro que no es plato de buen gusto. Aunque sepas que la verdad está de tu parte.

Pero no hay nada como tener la conciencia tranquila de trabajar desde la certidumbre, el contraste y la veracidad. Hay otra parte, en cambio, que no podrá decir lo mismo. Y la Justicia se lo ha dicho. A ver ahora si aquellos que le apoyaron en su día salen a rectificar y ponerse del lado de la libertad.