No pudo el Leganés con el Girona, un recién ascendido con buenas hechuras que se las apañó para rebañar un punto de Butarque. No faltó empeño en ninguno de los contendientes, pero entre la madera y la falta de puntería de unos y otros el duelo echó el cierre tal y como había empezado, es decir, sin goles.
Parecía lógico presagiar que Garitano remozaría el once que formó de salida en Eibar teniendo en cuenta la concentración de partidos de esta semana, pero lo que quizá no entraba en los cálculos es que cambiara prácticamente medio equipo. Zaldúa, Rubén Pérez, Eraso, Szymanowski y Beauvue tomaron el relevo de Bustinza, Ezequiel Muñoz, Omar Ramos, Naranjo y Guerrero.
Y la apuesta estuvo a punto de arrojar dividendos desde el principio porque ni siquiera se había cumplido el primer minuto cuando Szymanowski estrelló un balón en el travesaño. No tardó Stuani en responder con otro buen remate que se marchó rozando el larguero local y a renglón seguido era Eraso el que desaprovechaba otra magnífica ocasión.
Poco a poco, sin embargo, el encuentro fue sosegándose y ambos equipos se replegaron con acierto, si bien todavía hubo tiempo antes del descanso para que Beauvue, muy activo en su primera titularidad, enviase un balón cerca de la madera y Stuani rematase fuera en inmejorable posición.
Las alternativas tanto en el juego como en las ocasiones se mantuvieron invariables tras el descanso, aunque la más peligrosa corrió por cuenta del conjunto visitante a falta de un cuarto de hora para el final, cuando Juanpe envió un testarazo al larguero.
Ni siquiera la entrada en escena de Omar Ramos, Amrabat -al que le fue anulado un gol por fuera de juego- y Erick Morán logró impedir que el equipo pepinero encadenase su tercera jornada consecutiva sin conquistar todo el botín en juego.
