Los primeros pasos de la nueva Junta Directiva del Atlético de Pinto están resultando más tumultuosos de lo que a buen seguro hubieran deseado. Y es que sus relaciones con el Ayuntamiento no tardaron en complicarse después de que el Consistorio convocara hace unos días a los nuevos responsables del club para cambiar las cerraduras de las instalaciones del campo municipal Amelia del Castillo.

Como quiera que la desde la Directiva se entiende que dicha petición no siguió trámite administrativo alguno y no se les dio ocasión de defenderse, su respuesta fue interponer en el Juzgado de Guardia una querella criminal por presunta prevaricación y coacciones.

Desde el grupo que dirige Arcadio Fenoll se ha emitido un comunicado en el que dicen no entender «que desde el Ayuntamiento se intenten poner trabas a este proyecto» y afirman estar cansados de encontrarse «tantos palos en las ruedas», lo que les lleva a pensar que el Gobierno local estaría más interesado en que el club rojinegro hubiera ido a parar a otras manos o incluso que desapareciera.

USO DE LAS INSTALACIONES «PARA LABORES DE MANTENIMIENTO»

Remarcan que la utilización de las instalaciones por su parte ha sido exclusivamente «para llevar a cabo las labores de mantenimiento necesarias y evitar de este modo su deterioro, lo que conllevaría un gasto importantísimo y podría provocar lesiones en los jugadores».

También aseguran, por último, que la nueva Junta Directiva «va a contar con la mayor transparencia en la gestión, imponiendo un sistema de cuentas públicas auditadas» y especifican que «ningún miembro de la Directiva va a cobrar un solo euro del club por su dedicación. El acomodo de esta Junta a la legalidad será su máximo exponente», recalcan, «por lo que carece de sentido un enfrentamiento con el pueblo y las entidades que lo representan», concluyen.

De hecho, recuerdan que han solicitado reuniones tanto con el alcalde como con la concejala de Deportes y que hasta la fecha no han recibido respuesta alguna a su petición.