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La primavera ya se hace notar en las zonas verdes de Alcorcón. Estos días y de aquí en adelante son muchos los vecinos que acuden a parques y jardines de la ciudad a disfrutar de las agradables temperaturas con sus familias y mascotas. Pero también preocupa que con la llegada del buen tiempo se hace visible la molesta presencia de mosquitos e insectos y entre ellos: la temible oruga procesionaria, que proviene principalmente de los bosques de pinos de Europa del sur y central.

De hecho han sido varios vecinos quienes, a través de las redes sociales, han alertado estos días de la presencia de este peligroso animal invertebrado en parques como el de Polvoranca, Los Castillos o, recientemente, en Las Presillas. Zonas verdes todas ellas utilizadas a diario por senderistas, cicloturistas o vecinos que acuden a pasear con su mascota.

Este problema de la oruga procesionaria se presenta todos los años por estas fechas, coincidiendo con el inicio de la primavera y el repunte de las temperaturas. Y este año es especialmente grave debido a las precipitaciones de los últimos meses, que han hecho aumentar la vegetación, aunque es en los pinos donde más se suelen encontrar los nidos de esta especie de oruga que pone sus huevos en agosto y eclosiona por estas fechas para alerta de los humanos y el resto de animales.

Los expertos veterinarios y empresas de control de plagas de ámbito local, regional o nacional han coincidido además en advertir sobre el riesgo que pueden suponer estas larvas para las personas y animales. Y es que la inhalación de los finos pelos de la oruga, donde oculta su veneno, puede producir desde urticarias en la piel hasta reacciones alérgicas e irritación de nariz y ojos que cobran especial peligro en los más pequeños, quienes pueden resultar enfermos en el caso de entrar en contacto con este animal.

Pero si grave es el caso en humanos, aún más puede suponerlo en otros animales como los perros y los gatos. Y es que según los expertos en veterinaria, en caso de que lleguen a ingerirlas y al tragar todo su veneno este puede resultar mortal para la mascota. Si bien el resto de síntomas es el mismo que en humanos: picores en la mucosa y los ojos o erupciones en la piel que ha entrado en contacto con la oruga o la colonia de estos animales.

MÉTODOS DE EXTINCIÓN

Además de humanos y mascotas, los árboles donde proliferan las orugas procesionarias resultan también dañados por la voracidad de estos animales. Sin embargo, se puede acabar con estas colonias de distintas formas.

Los perros y gatos que llegan a ingerir estas orugas pueden morir por succionar todo el veneno

La principal es el fuego, quemando el conocido nido de oruga. Sin embargo, este método entraña el riesgo de provocar un incendio si no se ha controlado previamente el perímetro de actuación. Por eso, los expertos en insecticidas recomiendan la utilización de productos químicos para lograr acabar con esta plaga que actualmente tiene en alerta a los vecinos de Alcorcón.

Leganés, por ejemplo, ha habilitado estos días refugios para murciélagos como respuesta biológica para acabar con la procesionaria, ya que se trata de una de sus principales fuentes de alimentación.

SUCIEDAD EN POLVORANCA

Estos primeros días de primavera son muchos los vecinos de Alcorcón que acuden a Polvoranca a pasear o practicar deporte. Y la oruga procesonaria no es el único de los problemas que se encuentran a la hora de acceder al recinto. A ello se suman las basuras, escombros y demás residuos que se encuentran en la vera de los caminos.  Especialmente en la zona de acceso a Polvoranca por el camino de Alcorcón, ubicado en el Polígono Industrial de Urtinsa.

Son varios los vecinos de la ciudad que han denunciado estos vertidos a través de distintos grupos vecinales y por redes sociales, pidiendo a los servicios de limpieza del Ayuntamiento que medie dentro de sus competencias y solucione este problema de limpieza que se suma a los ya evidentes en otros barrios de la ciudad como el Ensanche Sur, donde las islas ecológicas se encuentran, a menudo, llenas de bolsas de basura y otros desperdicios.