Científicos de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) han creado el software y hardware de una impresora 4D con aplicaciones en el ámbito biomédico. Además de imprimir en 3D, esta máquina permite controlar una función extra: la programación de la respuesta del material para que pueda cambiar su forma cuando se aplica un campo magnético o para cambiar sus propiedades eléctricas cuando se deforma.

Esto abre la puerta al diseño de robots blandos o sensores y sustratos inteligentes que transmitan señales a diferentes sistemas celulares, entre otras aplicaciones.

La combinación de materiales con capacidad de reparación autónoma y cuyas propiedades de conducción eléctrica varían con la deformación abre enormes posibilidades en el desarrollo de sensores, lo que supone, además un paso más de la UC3M en la biomedicina.