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Leganés está en boca de todo el mundo. Incluso de moda, a pesar del maniqueísmo de la expresión. La razón, fundamentalmente, es que el equipo de la ciudad, el CD Leganés, está luchando por conquistar la Copa de España. Pepinazo mediante en el Santiago Bernabéu, el equipo de Garitano ha puesto en el mapa mundi a la ciudad. Y habrá quien diga que es solo fútbol, pero los valores de esfuerzo, tesón, constancia y lucha que representan son un espejo en el que mirarse.

Es un hecho que hoy todo el mundo habla del Leganés gracias al deporte rey. En positivo. Incluso la estela futbolera ha traído consigo desatascar problemas en la ciudad como la inacabada Biblioteca Central, la más grande de Europa y cuyas obras ya están licitadas. Sí, quedan aún muchos por solucionar, pero eso es harina de otro costal.

La fuerza del ‘Lega’ no llega al transporte. Si la ciudad es de Primera gracias al equipo pepinero, no así su transporte

Eso sí, la fuerza del ‘Lega’ no llega al transporte, desgraciadamente. Si la ciudad es de Primera gracias al equipo pepinero no así su transporte, que poco menos se puede catalogar de Tercera, con todo respeto a esos equipos que cada fin de semana se dejan la piel en áridos campos. Una categoría de la que venía el Leganés pero con esfuerzo, tesón y haciendo las cosas bien ha revertido la situación.

El estado del transporte público en Leganés es, como poco, lamentable. Por un lado los autobuses. La eterna huelga, con visos afortunadamente de solucionarse, ha puesto en jaque el transporte urbano e interurbano, la paciencia de los usuarios y las deficiencias de los políticos.

La huelga no es el único problema de los autobuses en Leganés. El búho nocturno es la otra cuita pendiente en esta materia. Años de deterioro del servicio, para sufrimiento vecinal, han provocado por fin la reacción de los grupos políticos. Esta al caer, siendo optimistas, que por fin la ciudad quede conectada con el centro de Madrid en horario nocturno. Ya es hora.

El estado del transporte público en Leganés es, como poco, lamentable. Autobuses, Cercanías y Metro. Ninguno se salva de la quema

Pero dejando a un lado el problema de los autobuses, que no es nada baladí, hay que fijarse en Metrosur. Que gran idea fue conectar a todo el sur de Madrid por Metro. Un gran avance. Sin embargo -maldita idiosincrasia política- las prisas -y mordidas al presupuesto- por poner en marcha el servicio han conllevado a la larga una peligrosa merma en las instalaciones, vías y seguridad. La Línea 12, especialmente en Leganés, es un auténtico desastre. Hace falta una revisión de verdad en toda la instalación. Y cada día que pasa, retrasar la solución, solo produce un riesgo que, como siempre, viven en sus carnes los usuarios.

Y finalmente a Metro y autobuses hay que añadir el tren. Escaleras inútiles en Zarzaquemada, trenes con escalones y dificultando la accesibilidad y una C-5 que pretende emular a sus hermanas C-3 y C-4 en averías.

Leganés: una ciudad de Primera con transporte de Tercera. El equipo de la ciudad ya inició la andadura inversa para ser hoy lo que es. Sirva como su ejemplo para revertir la situación del transporte público y, mientras tanto, a seguir soñando con las hazañas de los chicos de Garitano.