Foto: LaLiga.es

El Getafe acabó cediendo a última hora ante el Betis (0-1) y se le escapó uno de los últimos trenes a los que subirse para seguir manteniendo vivo el sueño europeo. Y no será por falta de merecimientos. Pocas veces habrá estado el equipo azulón más cerca de la victoria que ante el Betis, pero cuando los elementos se ponen de contra de manera tan decidida acontecen cosas tan inexplicables como que los de Setien se llevasen los tres puntos del Coliseum.

Dispuso el Getafe de un penalti en el minuto 65′ tras una meridiana mano de Amat, pero Adán adivinó la intención de Portillo y desvió su lanzamiento. Y no solo eso, todavía tuvo arrestos para recomponerse y rechazar el remate a bocajarro del malagueño. Poco después era Antunes el que ejecutaba magistralmente un libre directo y sacaba astillas de la madera del marco bético.

Mucho antes de todo esto había dispuesto de un par de buenas ocasiones de Ángel (9′) y Cabrera (31′) que se habían marchado cerca del palo. Al primero de ellos incluso le fue anulado un gol por fuera de juego -claro- al filo del descanso.

El Betis, por contra, había limitado sus aproximaciones a dos disparos lejanos pero cargados de pólvora por parte de Boudebouz y Guardado. El primero lo despejó de manera espectacular Guaita (44′) y el segundo se marchó ligeramente desviado (49′). Más clara fue la ocasión de Loren, cuyo remate a bocajarro se topó con los guantes de Guaita (58′).

Se acercaba el final y el Getafe había hecho más para ganar, pero el fútbol no es una ciencia exacta y Sergio León puso rúbrica a un excelente pase de Barrangán para establecer el 0-1 en el 89′. El asunto parecía definitivamente liquidado, pero aún quedaba tiempo para que los locales se llevaran un nuevo disgusto, esta vez por cuenta de Undiano Mallenco, que no vio que el cabezazo de Cabrera a la salida de un córner ya había traspasado la línea de gol cuando lo sacó Adán.

Demasiados elementos en contra como para que el desenlace fuera otro que una traumática derrota que sitúa al Getafe undécimo en la tabla con 39 puntos, a 7 de las plazas que conducen a Europa, un objetivo que a falta de ocho jornadas empieza a parecer utópico, aunque conociendo a Bordalás parece poco probable que los suyos vayan a dejarse ir en este tramo final.