Los registros civiles madrileños anotaron entre el 10 de marzo y el 2 de mayo un total de 17.957 fallecimientos por todas las causas en la región, cuando en este periodo se había estimado 6.146 en condiciones normales, 11.811 más de los esperados, casi el triple.

Así lo ha publicado este lunes el Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo) en España, del Instituto de Salud Carlos III adscrito al Ministerio de Ciencia e Innovación, que utiliza la información de mortalidad por todas las causas que se obtiene diariamente de 3.929 registros civiles informatizados del Ministerio de Justicia, correspondientes al 93 por ciento de la población española y que incluye todas las provincias.

Por sexo, entre el 10 de marzo y el 2 de mayo los registros civiles observaron 8.815 muertes de hombres, cuando las que estaban estimadas eran 2.934, es decir, tres veces más. Las defunciones de mujeres, a las que afecta algo menos el coronavirus, fueron 8.385 cuando la estadística normal hubiera sido de 3.072, es decir, 2,7 veces más.

LA MORTALIDAD SE CEBA CON LOS ANCIANOS

Por edades, los excesos de mortalidad provenientes de la pandemia se ceban entre la población más mayor. Concretamente, los registros observaron 16.469 fallecimientos de mayores de 65 años, el 92% del total de mortalidad, cuando se esperaban 5.276. Los muertos computados entre 65 y 74 años han sido 2.272, cuando se esperaban 874. Los decesos observados de personas con 75 años y mayores fueron 14.197 cuando esperaban 4.402, es decir, más de tres veces más.

Según la gráfica de la mortalidad esperada y observada recogida desde diciembre de 2019 hasta la actualidad en la Comunidad de Madrid elaborada por el Sistema MoMo con los datos de los registros civiles de la región, la mortalidad se comportó de forma parecida a la esperada, con alguna caída a finales de enero y algún repunte a principios de febrero, dentro de la normalidad, entre las 100 y las 150 defunciones registradas diarias.

Sin embargo, la curva cambia a partir del 9 de marzo, cuando asciende vertiginosamente hasta alcanzar el pico a finales de marzo, coincidiendo con el punto más álgido de la Covid-19, con casi 600 muertos observados por todos los motivos por los registros civiles. A partir de entonces cae un poco pero vuelve a aumentar el 2 de abril hasta los 500 fallecidos.

Luego la caída es continua hasta Semana Santa, cuando repunta un poco para bajar los días siguientes. Luego va cayendo hasta finales de abril, que repunta hasta los 200 muertos y luego vuelve a caer a un centenar el sábado.