La noche del 6 de julio el Festival Cultura Inquieta propone algo diferente. Algo libre e independiente. Dos cualidades que definen a León Benavente. O esa es al menos la primera confesión que me hace el guitarrista de la banda: Luis Rodríguez. La otra, así a bocajarro, es que este concierto será muy especial.

“No nos vamos a prodigar demasiado porque estamos compaginando la gira con Nacho Vegas y trabajando ya en el tercer disco”, reconoce, pero eso sí, deja claro que “llegamos con muchas ganas y con nuestra seña de identidad: hacer un concierto que nos guste, muy enérgico y en el que participe la gente”.

El año 2012 fue el de la luz de León Benavente como tal, pese a que los miembros del grupo, como Luis, atesoran una experiencia musical de varias décadas. Lo que les ha llevado a convertirse en unos fijos de los festivales. “Han sido seis años intensos y lo que está claro es que no nos gusta repetirnos. Entre el primer y segundo disco si se nota una madurez en el grupo, porque nos gusta intentar pasarlo bien a nosotros y cambiar. Tratamos de mantener la identidad para que la gente siga ahí, pero en primer lugar y sobre todo nos tiene que gustar a nosotros lo que hacemos”.

“Nos jode y es acojonante lo que está pasando en este país, pero lo denunciamos no como algo panfletario sino más sutil”

Y ahí es cuando salen a relucir las dos características principales de León Benavente. “Nosotros hacemos las cosas como nos parece, con total libertad y quizá desde ese punto de vista sí somos totalmente independientes. Soy muy malo para esto de las etiquetas. Lo reconozco (ríe). Pero desde luego que tomamos nuestras decisiones y no toleramos intromisiones de nadie ajeno al grupo.

REIVINDICACIÓN SOCIAL

En las letras del grupo siempre hay un trasfondo social y esa es otras de sus razones de ser. “Desde el primer disco nos gustó cuestionarnos la realidad que nos rodea, lo que ocurre que hay formas de abordar esta implicación. A nosotros como León Benavente, por supuesto, nos jode y es acojonante lo que está pasando en este país, pero lo denunciamos no como algo panfletario sino más sutil”.

Así preparan nuevo trabajo próximamente y teniendo clara una cosa: “hacer canciones que nos convenzan a nosotros, que nos motiven y nos gusten y hacerlo de una forma honesta. Ese es el propósito de nuestro próximo trabajo. Seguiremos siendo exigentes y no queremos repetirnos. Tiene que haber cierta cosa de reto y de incomodidad a la hora de buscar el nuevo trabajo”.

Así que lo último que queda es otra pequeña revelación antes de salir al escenario del Cultura Inquieta: “un pequeño chupito, brindamos, nos abrazamos y salimos”. Y después…Que suene la música.