La Comunidad de Madrid ha intensificado las medidas de control en todas las residencias de mayores, «reforzando así el cuidado que la Dirección General de Salud Pública efectúa ya en esta materia», ha señalado el Ejecutivo regional en una nota de prensa. Todo ello tras la muerte de varios residentes en un centro de Morata de Tajuña.

De esta manera, el examen diario de la situación en cada centro residencial de la Comunidad de Madrid (incluidos los privados) lo realizará el personal del Centro de Control de Calidad e Inspección de la Consejería de Políticas Sociales, Familias, Igualdad y Natalidad (CIRA). Estos trabajadores se encargan de realizar las inspecciones ordinarias a todos los centros residenciales de la región.

Asimismo, la Dirección General de Atención al Mayor ha enviado un comunicado a las residencias dependientes de la Comunidad de Madrid, donde se les pide que faciliten diariamente la comunicación entre los usuarios y sus familiares, mediante conversaciones telefónicas o telemáticas.

En el caso de que esta interlocución no pueda realizarse, se designará una persona para informar cada día a su familia. El objetivo es permitir que tanto los residentes como sus familiares estén en constante comunicación y se sientan reconfortados, tras las restricciones de las visitas impuestas para reforzar la protección y evitar contagios en este colectivo especialmente vulnerable al coronavirus.

Por otro lado, desde el inicio de la crisis la Comunidad de Madrid viene reclamando la necesidad de contar con los equipos de protección individual frente al coronavirus, tanto para el personal que trabaja con las personas mayores como para aquellas que han sido infectadas. Por ello, el Gobierno regional hace de nuevo un llamamiento para que el Ministerio de Sanidad envíe el material necesario para seguir atendiendo a estas personas, especialmente vulnerables al Covid-19.

PROTOCOLO DE ACTUACIÓN EN LOS CENTROS RESIDENCIALES

Desde el inicio de la crisis del coronavirus, la Consejería de Políticas Sociales ha señalado que su prioridad ha sido la protección a las personas mayores, un colectivo especialmente vulnerable al Covid-19. Para ello, siempre en coordinación con la Dirección General de Salud Pública, se envió el día 6 de marzo a cada centro residencial de la Comunidad de Madrid un protocolo de actuación para prevenir y actuar en casos de contagio del virus.

Entre las medidas que dicta este protocolo se encuentran el aislamiento de las personas que den positivo, así como la habilitación de espacios comunes y salas de estar para estas personas, evitando que estos realicen las comidas en los comedores colectivos.

También se establece la dotación a cada uno de estos usuarios de una mascarilla quirúrgica, a quienes se les da instrucciones acerca de las medidas de prevención contra el virus, teniendo en cuenta siempre el nivel cognitivo y capacidad de colaboración de cada persona.

Asimismo, se efectúa con frecuencia una limpieza y desinfección del mobiliario y de los objetos en contacto con los usuarios, y se limitan los traslados y desplazamientos de los usuarios entre zonas y dependencias del propio centro, a fin de evitar la transmisión vírica.

Por otro lado, todos los centros residenciales con financiación pública de la Comunidad de Madrid cuentan con personal especializado, de manera que hay al menos un médico en cada centro, así como un número determinado de personal de atención directa en las distintas categorías profesionales.

La Comunidad de Madrid «agradece el esfuerzo que realizan todos los profesionales que trabajan en los centros residenciales, que muestran cada día un compromiso absoluto con la salud de las personas atendidas en los centros».