Aficionados del Getafe durante un partido (foto: Getafe CF)

El Getafe sigue calentando motores para la gran final de este domingo en Valladolid, en la que se jugará la permanencia frente a un rival al que solo le vale la victoria y esperar. Los de Bordalás, en cambio, dependen de sí mismos tras su remontada frente a Osasuna y se mantendrían ganando o empatando. Incluso podrían salvarse perdiendo en función de otros resultados.

Lo que no le va a faltar al equipo azulón es respaldo de su hinchada en el Nuevo Zorrilla, ya que este miércoles se agotaron en un santiamén las 600 entradas que le facilitó el club pucelano y que salieron a la venta a un precio de 40 euros.

Decenas de aficionados hicieron noche en los aledaños del Coliseum y en cuanto se pusieron a la venta, a las 9:30 horas, las localidades prácticamente volaron quedándose sin premio muchos de los que hacían cola a esa hora. Y es que, como decía el presidente, Ángel Torres, «la pena es que no hayamos tenido 2.000».

La iniciativa del club de fletar autobuses gratuitos para los aficionados que adquiriesen su entrada y la comodidad del desplazamiento a Valladolid, unido al indiscutible aliciente deportivo del encuentro, provocó una gran movilización de aficionados con vistas a la última y decisiva cita de la temporada.