De: «El reglamento europeo del IVA impide la bajada del precio de la mascarilla»; al: «España está advertida por parte de la Comisión Europea, por el uso que se hace de forma excesiva del IVA reducido o superreducido. Es por tanto una cuestión que no estaría en línea con lo que se marcaría por parte de Europa (referente a la luz)», solo media una cosa: la mentira.
La mentira que personifica la ministra de Hacienda: María Jesús Montero, que ha vuelto a usar el comodín de Europa, para justificar porqué España mantiene el IVA de la luz en el 21% y no lo baja al reducido del 10%, o el superreducido del 4%. Montero vuelve a pensar que los españoles somos idiotas, mintiendo delante de las cámaras, sin pudor o rubor alguno.
Como decía, con las mascarillas se demostró que la excusa de Europa era una falacia, y que el Gobierno de Podemos y PSOE no bajaba el tipo indirecto porque simplemente no quería. Pero como se pilla antes a un mentiroso que a un cojo, la presión popular acabó por hacer ceder al Ejecutivo de Sánchez e Iglesias.
Ahora con la luz pasa igual. Los mismos que en 2017, 2018 y 2018 prometían falsamente que si llegaban al Gobierno la luz no subiría, permiten que el precio de la luz se encarezca hasta un 30% a principios de 2021. Tras valerse del odio, la mentira y el enfrentamiento, a base de falsas promesas para llegar al Gobierno, una vez sentados en el codiciado sillón se olvidan de éstas. ¿Y por qué? Pues porque gracias a ese IVA, de los más altos de Europa, pueden seguir pagando ministerios inútiles y cargos públicos varios. Un dinero que sale de nuestro sudor frío.
La directiva europea sobre el IVA, del año 2006, dice en su artículo 102: «Previa consulta del Comité del IVA, todo Estado miembro podrá aplicar un tipo impositivo reducido a las entregas de gas natural, electricidad o calefacción urbana». Así que Montero, otra vez, pillada con las manos en la masa de la mentira. Segundo asalto y sigue en su puesto.
Francia, por ejemplo, aplica un 20% a la parte fija de la factura y un 5,5% a la parte variable y Reino Unido, que acaba de salir de la Unión Europea, aplica el 5%. En Portugal es del 6% para las familias; e Italia el 10%. Así que, no mienta ministra.
Pero si miramos a la izquierda del PSOE, el asunto es más sangrante aún. La hipocresía de Podemos sube otro peldaño, cuando parecía imposible, y vemos como en su programa electoral, en el punto 267, llevaba reducir el IVA al 10%. O en 2016, cuando Echenique decía que «el Gobierno podría acabar con el problema de la luz bajando el IVA», y ahora en 2020, gobernando, dice que que bajar el IVA beneficiaría a las empresas energéticas.
Cada día estoy más convencido, que Podemos surgió en la política española para ponernos a los españoles en el espejo de la hipocresía, el ‘caradurismo’ y la sinvergonzonería. Algo en nuestro interior que no éramos capaz de ver o nos negábamos a verlo, y necesitábamos proyectarlo fuera. Así que una vez entendido el mensaje, le «doy las gracias» a Podemos, y hasta siempre.