Metro de Madrid cerrará este 24 de junio la mitad de la Línea 1, desde Valdecarros hasta Sol, durante más de tres meses, en los que se acometerá una actuación de renovación integral. Esta es la primera fase de la renovación, que continuará en 2024 con el segundo tramo.

Desde el diario ‘La Razón’ han aseverado el corte se prolongará hasta el 4 de septiembre, pero la compañía habría trasladado al comité de empresa una horquilla más abierta que contempla de 3 a 4 meses. Este corte implica que Atocha vivirá un verano aislada de la red del suburbano, añadido a las dificultades que está experimentando el servicio de Cercanías Madrid por las obras que está desarrollando. A pesar de que el suburbano suele aprovechar el verano para hacer las obras, por la bajada de usuarios, coincide con la llegada de turistas a la capital, parte de ellos nacionales y llegados precisamente por la antigua Estación del Mediodía.

Desde un principio trasladó la Comunidad de Madrid que se desplegaría un servicio sustitutorio de autobuses de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT), pero desde la oposición han criticado que aún no esté perfilado.

Se deja, así, durante más de 120 días sin servicio de Metro a los distritos de Puente de Vallecas y Villa de Vallecas, que están vertebrados por esta línea.

AMPLIACIÓN DE LA LÍNEA 11

Estas mismas fuentes han indicado que se estaría también barajando aprovechar este corte para la prolongación de la Línea 11 de Metro hasta Atocha. Esta línea está parada desde hace unos meses tras la presión vecinal.

El plan de la Comunidad de Madrid contempla la construcción de una estación en el parque de Comillas y en Madrid Río. Estas nuevas infraestructuras supondrían la tala de más de un millar de árboles, que llevaron a los vecinos a las calles para evitarlo. El Ejecutivo frenó el proyecto para inspeccionar «uno a uno» cada ejemplar.

LA RENOVACIÓN DE LA LÍNEA 1

Desde la Comunidad de Madrid han explicado que los trabajos permitirán mejorar de manera integral el funcionamiento de la línea, lo que supondrá reducir los tiempos de recorrido de los trenes, mayores prestaciones tecnológicas que incrementen la fiabilidad de las instalaciones y optimizar las labores y los costes de mantenimiento de vía, entre otras acciones.

El proyecto consiste en la eliminación del balasto (las tradicionales piedras que pueden verse en algunos tramos de vía) y las traviesas de madera actualmente existentes para sustituirlos por una nueva plataforma de vía de hormigón renovando los sistemas de sujeción y apoyo del carril, así como nuevos aparatos de vía de alta tecnología (dispositivos que gestionan el cruce o ramificación de vías).