El actor Quique San Francisco ha fallecido este lunes, 1 de marzo, a los 65 años, tal y como ha confirmado el representante del intérprete, Pedro Gómez. San Francisco se encontraba hospitalizado desde hace dos meses en el Hospital Clínico de Madrid y, según ha explicado su agente, la causa era una neumonía bilateral «bacteriana y no vírica», por lo que su muerte no ha sido a causa del coronavirus.

La Unión de Actores y Actrices han sido de los primeros en despedirse del actor. «Nuestro más sincero pésame a los familiares y amigos del actor. Descansa en paz», han dicho en sus perfiles oficiales en redes sociales.

Enrique San Francisco nació el día 10 de marzo del año 1955 en Madrid. Desde muy pequeño compaginó participaciones en obras de teatro y en películas como ‘Diferente’, en el año 1961, que fue su debut cinematográfico. Su formación artística se completó en el Actors Studio, aunque lo abandonó prematuramente.

El respaldo definitivo que recibió su carrera fue en la década de los 80, al empezar a trabajar en las películas del ‘cine quinqui’, como en ‘Navajeros’, ‘Colegas’ o ‘El pico’, todas ellas bajo las órdenes de Eloy de la Iglesia. Además, en 1989 aparece en ‘Amanece que no es poco’, de José Luis Cuerda.

Será con ‘Orquesta Club Virginia’ en 1992, a las órdenes de Manuel Iborra y junto a Jorge Sanz o Antonio Resines, cuando San Francisco consiga el respaldo de la crítica y logre una nominación a mejor actor de reparto en los Goya, si bien tres años antes había conseguido su primera nominación en estos premios, por ‘El baile del pato’.

‘Acción Mutante’, con Álex de la Iglesia, o ‘El rey pasmado’, fueron algunos de sus trabajos más importantes para el cine en los años 90, si bien San Francisco orientó su carrera hacia la televisión. ‘Pepa y Pepe’, ‘Colegio Mayor’ o ‘Los ladrones van a la oficina’ fueron algunos de los títulos en los que participó para la pequeña pantalla, además de monologuista y multitud de obras de teatro en su haber.

Lejos de su trayectoria profesional, Quique San Francisco fue una de las voces que habló alto y claro a lo largo de su vida, con la libertad por bandera y sin miedo a las etiquetas o reproches. Una experiencia vital y una carrera que quedan como legado. Descanse en paz.