El Ayuntamiento de Moraleja de Enmedio arrasa con la cultura vecinal del municipio

Moraleja de Enmedio vive un auténtico terremoto vecinal estos días a causa del aviso del Ayuntamiento, encabezado por la alcaldesa Arantxa Alonso (PP), de cerrar uno de los epicentros culturales de la localidad.

Y es que la Asociación de Vecinos de Moraleja, encargada de dinamizar la vida del municipio, ha recibido un ultimátum para desalojar su sede en la que llevan instalados años. Esta medida, prevista para el 3 de febrero de 2025, ha hecho sonar la alarma entre los vecinos, que acusan al gobierno municipal de no dar explicaciones claras sobre esta decisión.

Un espacio clave para la comunidad

La sede de la Asociación no es un lugar cualquiera. En ella se encuentra el emblemático Museo de Antigüedades, que alberga más de 500 piezas históricas recopiladas gracias al esfuerzo colectivo de los vecinos y donaciones privadas.

Desde talleres para niños y jóvenes hasta eventos comunitarios, la Asociación ha tenido siempre la idea de mantener viva la llama cultural en un este municipio de poco más de 5.500 habitantes y donde las iniciativas locales a menudo dependen de la voluntad y el compromiso vecinal.

Un taller infantil llevado a cabo por la Asociación

Según Ana Talavera, miembro activa de la Asociación y una de las voces más firmes contra el desalojo, esta medida es “un ataque directo al tejido cultural y social del pueblo”. Ante esta situación, ella, como tantos otros vecinos, han animado a visitar el Museo y sumarse a la lucha para defender este espacio.

“¡Es nuestro! No podemos permitir que nos arrebaten nuestro derecho a la cultura y a la memoria histórica”, ha señalado al respecto. Cabe destacar también, tal y como señalan los afectados, que el mantenimiento del edificio, incluyendo la limpieza y reparación de desperfectos, ha corrido a su cargo durante todo este tiempo.

Falta de explicaciones y alternativas

En cualquier caso, la mayor crítica ha ido dirigida al trato que el Ayuntamiento les ha brindado, que únicamente se ha limitado a transmitirles la orden de desalojo. La Asociación denuncia que la decisión se ha tomado sin consultar a los afectados ni ofrecer alternativas viables para reubicar las actividades culturales o las piezas del Museo.

Un desalojo sin diálogo y contrario a los derechos ya que, como señalan, se salta los procedimientos administrativos, no se justifican jurídicamente ni llevan plazos de alegaciones.

Con el 3 de febrero a la vuelta de la esquina, los vecinos han empezado a movilizarse. No solo están organizando visitas al Museo para visibilizar su importancia, sino que también exigen al gobierno municipal que se siente a negociar. De momento, el Ayuntamiento guarda silencio frente a esta situación.

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