La herencia del PSOE de Alcorcón es como el ‘Fantasma de las Navidades pasadas’ que atormenta al ávaro, codicioso y desdichado Ebenezer Scrooge, el personaje de Charles Dickens en el clásico ‘Un cuento de Navidad’. Siempre está ahí. Da igual lo que trates de hacer que, cuando menos te lo esperes, aparecerá para recordarte de dónde has venido y como una irregularidad del pasado es capaz de contaminar todo el presente y hasta el futuro. Lo que en el idioma castizo se conoce como: “de aquellos polvos, estos lodos”.

Todo a cuenta de una nueva sentencia en contra de los intereses del Ayuntamiento de Alcorcón y fruto de la ruinosa gestión de los socialistas de entonces y hoy todavía viviendo de la cosa pública. Concretamente, la Audiencia Provincial de Madrid ha desestimado el recurso que el Ayuntamiento de Alcorcón había interpuesto contra la sentencia del Juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid y que condenaba al Consistorio a pagar 15 millones de euros por el reparto de dividendos en EMGIASA entre 2010 y 2011, años en los que estaba al frente de la empresa municipal la hoy portavoz del PSOE de Alcorcón, Natalia de Andrés. Unos 15 millones a los que hay que sumar otros 15 más por la pérdida del derecho de crédito, más las costas del juicio y los intereses de demora. En total, cerca de 40 millones de euros.

Cuando Natalia de Andrés ha tenido la posibilidad de administrar los bienes públicos, ha sido de todo menos diligente

Una gracia que tiene como responsable a Natalia de Andrés, cuya gestión en EMGIASA se dirime estos días en los tribunales. De hecho, ese ha sido la causa principal de que un histórico del partido como Enrique Cascallana, su entonces líder, haya decidido desligarse del PSOE de Alcorcón. Porque la actual Ejecutiva quería colgar el sambenito al exalcalde para que asumiera toda la responsabilidad de la ruinosa gestión de EMGIASA y aquí paz y después gloria.

Pero no va a ser así. De hecho Cascallana se ha ido con portazo inlcuido y echando pestes de De Andrés y su equipo, donde (que lo sepan todos los socialistas) hay otro vividor de la cosa pública como el exconcejal de UPyD, Jesús Gamonal. De modo que Natalia de Andrés tiene que asumir su responsabilidad y hacer que ahora, todos los vecinos de Alcorcón, paguen por aquella gestión que realizó de la empresa municipal en 2010-2011.

Una responsabildiad intrínseca que le viene en el cargo que ocupa como representante vecinal por el PSOE, y por el que cobra 70.000 euros brutos al año. Eso sí, sin acción de Gobierno. Aunque casi mejor, visto lo visto. Ya que cuando Natalia de Andrés ha tenido la posibilidad de administrar los bienes públicos, ha sido de todo menos diligente. Y su negligencia e incompetencia aún la sigue soportando Alcorcón.

Por eso y porque no se puede tener más cara de cemento de hormigón armado acusando al actual Gobierno de no defender los intereses del Ayuntamiento de Alcorcón, Natalia de Andrés tiene que irse. Por el bien de su partido y sobre todo de la ciudad. Forma parte del pasado, como el fantasma de Dickens. De un oscuro pasado del que hasta Cascallana ya ha abjurado.