Pablo Muñoz, en lo más alto del podio de la prueba de 800 metros

Pablo Muñoz, policía local de Getafe, ha puesto el broche perfecto a su sensacional temporada conquistando una medalla de oro y otra de plata en el Campeonato del Mundo de Atletismo Máster celebrado recientemente en la localidad sueca de Göteborg, donde las elevadas expectativas con las que participaba se vieron traducidas en el primer y el segundo escalón del podio de las pruebas de 800 y 1.500 metros de la categoría M40, respectivamente.

El veterano deportista, que a sus 42 años lleva cerca de 30 practicando atletismo, ha completado la mejor campaña de su dilatada trayectoria, ya que antes de su exitosa participación en el Mundial al aire libre de Göteborg había conquistado dos espectaculares ‘dobletes’ al ganar sendas medallas de oro -también en 800 y 1.500 metros- tanto en el Campeonato de España como en el Campeonato de Europa, ambos en pista cubierta.

En el caso de la carrera de 800 de la cita mundialista, acabó imponiéndose en el agónico sprint final al italiano Andrea Segismondi, su más directo adversario, mientras que en los 1.500 se vio superado en los últimos metros por el sueco Martin Öhman, que le impidió hacer realidad el sueño de un histórico ‘doblete’ que se le acabó escapando por un puñado de centésimas.

El agente de la policía local getafense se reincorporó al servicio hace escasas fechas tras su periplo por tierras nórdicas y en conversación con Al Cabo de la Calle reconocía que “en un primer momento el objetivo era conseguir también en el Muncial las dos medallas de oro que había logrado en el Europeo, pero se trataba de un objetivo demasiado elevado porque era mi tercer Campeonato del Mundo y nunca antes había conseguido un oro. Por eso, según van pasando los días me voy dando cuenta de lo que he conseguido y estoy más que satisfecho”.

«CORRÍ CON MUCHA SEGURIDAD»

Puesto a analizar una y otra carrera, comentaba que en el caso del 800, “la sensación que tenía desde dentro es que corrí con mucha seguridad. Sabía que el rival más fuerte era el italiano” -Andrea Segismondi- “y mentalmente estaba convencido de que le podía ganar. Tenía una seguridad tremenda”, insistía a pesar de que “luego veo los vídeos y resulta que solo le saqué tres centésimas, apenas un hombro. Fue una competición tremendamente emocionante”.

“Eso le da todavía más valor”, apunta, “porque era la primera vez que quedaba campeón del mundo y no me lo pusieron nada fácil. Fue un sprint brutal”, subrayaba antes de confesar que cuando cruzó la línea de meta “no sabía si había quedado primero o segundo”. La anécdota es que fue el juez encargado de notificarle que debía acudir a pasar el control antidoping quien le confirmó que había entrado primero.

Por lo que respecta al 1.500, Pablo ya contaba con que “a priori iba a ser más complicado que el 800 por el nivel de los atletas. La final estaba muy abierta y había opciones para mucha gente, si bien pensé que el italiano iba a ser el rival más fuerte. Salimos a un ritmo medio y nadie quería tirar. La cosa es que cuando pasamos el 1.000, el sueco” -Öhman- hizo un cambio muy fuerte y yo me fui detrás de él. Ahí se rompió la carrera y logré alcanzarle en la contrarrecta. Miré hacía atrás y vi que el italiano estaba detrás. En ese momento creo que calculé un poco mal la estrategia porque lo que no quería es que el italiano nos cogiera y a falta de 150 metros decidí lanzar el ataque final, pero no fue suficientemente fuerte como para despegarle y en la recta de meta logró pasarme”, relataba con cierto tono de pesar porque “se me escapó el doblete, aunque viendo el vídeo creo que el sueco corrió muy inteligente y me ganó la partida”.

«Tengo un nivel de exigencia muy alto, pero me quedo muy contento porque fui valiente y jugué mis cartas»

Con el paso de los días, en cualquier caso, decía sentirse “muy contento de finalizar con dos medallas y haberme visto competitivo en las dos pruebas. Lo que pasa es que yo tengo un nivel de exigencia muy alto, pero me quedo muy contento porque fui valiente, jugué mis cartas y unas veces se gana y otras se pierde. En la ceremonia estaba feliz como un regaliz. Si me dicen un año antes que iba a rendir así no lo hubiera creído. Ha sido una temporada increíble, la temporada soñada tanto a nivel de resultados como en lo personal y no le puedo poner ninguna pega”.

Después de un curso tan ajetreado y exitoso como el actual “ahora toca descansar y volver a entrenar pronto”, aunque en el horizonte a medio plazo se dibuja su más que posible próximo reto, “que sería el Campeonato del Mundo de pista cubierta, que va a ser en marzo en Florida, aunque todavía no sé si podré estar presente. Ése sería en principio el gran reto, y luego está el Campeonato de España en pista cubierta”.

Por último, Pablo Muñoz quería trasladar su agradecimiento tanto al Ayuntamiento de Getafe como a la Policía Local “ya que me han facilitado los días para poder competir porque era complicado cuadrar las fechas”, un agradecimiento que hacía extensivo “a mi mujer y a mi niña, así como a mi grupo de entrenamiento, el grupo de Luismi Martín Berlanas y Juan del Campo, que me han apoyado mucho durante todos estos días y han sido fundamentales para mí”.