El Ayuntamiento de Madrid ha decidido paralizar de forma provisional la tramitación de multas de Madrid Central que no sean firmes. No obstante, las cámaras seguirán captando las matrículas de los infractores, ha dado a conocer el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, en la rueda de prensa posterior a Junta de Gobierno.

Así lo ha decidido el Consistorio después de que haya emitido un incidente de ejecución de sentencia al Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), para que aclare cómo actuar para con las sanciones «para garantizar la mejor seguridad jurídica» para los madrileños.

«Bastante han sufrido los madrileños con el desaguisado del gobierno anterior. Que cada paso se dé con las mejores garantías. No vamos a dictar resoluciones sancionatorias en tanto en cuanto el TSJ se pronuncie por prudencia», ha apostillado el regidor de la capital, quien ha precisado que «por ahora las cámaras van a seguir registrando la entrada de vehículos y se tomaran las matrículas».

Esta decisión llega dos días después de que el delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, explicara que todas las multas comunicadas a los infractores de Madrid Central serían cobradas con independencia de que la medida se llegue a anular. «Una vez decretada la suspensión definitiva, las no comunicadas al ciudadano dejarán de contabilizar», advirtió.

Si bien, Carabante ya manifestó que ello «podría cambiar». Por su parte, la viceacaldesa, Begoña Villacís, ha recordado que en el acuerdo de Gobierno entre PP y Cs recoge un área de bajas emisiones, y que por tanto, se llevará a término cuando se apruebe la nueva ordenanza de Movilidad, de la que Almeida ha dado su compromiso de aprobarla «en no más de dos meses y medio».

De no cumplirse con los plazos previstos, teniendo en cuenta que hay más de mil alegaciones, se convocaría un pleno extraordinario en el mes de agosto con el fin de aprobar de forma definitiva esta ordenanza.