COCHE OFICIAL cppm

Año 1989. Bruce Beresford adapta al cine su mejor película hasta la fecha basada en la obra de teatro titulada Paseando a Miss Daisy. Cuatro premios Oscar, entre ellos el del mejor película y la actriz protagonista: Jessica Tandy. Ella era la señora Daisy, de aspecto afable pero toda una mujer una antipática y autoritaria.

Un profesora jubilada de 72 años de armas tomar que sufre un accidente conduciendo su coche. Lo que provoca que su hijo –Dan Aykroyd– contrate a un chofer negro –Morgan Freeman– para que la lleve de paseo y así evitar otro posible siniestro. La anciana Daisy, de otra época y mentalidad, desconfía del tranquilo y sosegado conductor. No quiere coche, ni chofer. Pero poco a poco el recelo va dando paso a la tranquilidad y la comodidad, desarrollándose una suerte de road movie icónica en el cine de los ochenta.

En el año 2015, en campaña electoral, Sara Hernández dijo que iba a renunciar a utilizar el coche oficial que está permitido por ley

Lo que no sabíamos es que Getafe iba a ser testigo de una secuela, casi treinta años después, de la oscarizada película de Beresford. Esta vez con el título de Paseando a Miss Sara con el coche oficial que no iba a usar y con la alcaldesa Sara Hernández como absoluta protagonista.

En el año 2015, en plena campaña electoral, la entonces candidata del PSOE a la Alcaldía de Getafe -hoy alcaldesa por obra y gracia de Ahora Getafe- pregonaba a los cuatro vientos que iba a renunciar al coche oficial y al chofer. Un privilegio reconocido por ley para proteger y garantizar la seguridad de las autoridades, en este caso, municipales. Una promesa muy loable que, sin embargo, se diluyó como un azucarillo en café hirviendo justo en el momento en el que Sara Hernández se hizo con el bastón de mando de Getafe.

El Colectivo Profesional de Policía Municipal (CPPM) ha preguntado por las condiciones y retribuciones del uso del chofer y el coche oficial

Don dije digo… Porque la alcaldesa no se ha bajado del vehículo oficial en ningún momento. Otra promesa incumplida que evidencia ese populismo rancio que recuerda al chalet de Pablo Iglesias, el OTÁN no bases fuera, y tantos y tantos gestos de cara a la galería al que acostumbra la izquierda, que cuando saborea las mieles del poder se atraganta de dulce mientras se olvida de dónde viene y, de paso, trata de evitar y obstaculiza que el resto de los mortales puedan aspirar y prosperar a algo más en una vida cosida a impuestos y sablazos varios, como ocurre en Getafe.

El Colectivo Profesional de Policía Municipal (CPPM) ha sido el último en preguntar sobre este privilegio de Sara Hernández. Sobre las condiciones en las que trabajan los agentes que, en vez de pasear a Miss Sara, podían estar patrullando las calles de una de las ciudades más inseguras de la Comunidad de Madrid -datos del Ministerio del Interior mediante-. Sobre la remuneración de dicha labor y si alguien suple a los agentes que prestan su servicio a la alcaldesa.

La respuesta de la concejalía de Seguridad es que la ley, como decíamos, permite usar coche oficial y chofer a las autoridades municipales. Una contestación que vuelve a demostrar, una vez más, la hipocresía con que la alcaldesa y su equipo gobierna Getafe.