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Agentes de la Guardia Civil con destino en el Grupo de Delicuencia Organizada de la Comandancia de Madrid, en el marco de la Operación ‘Hábitat Ocrida’, han desmantelado dos células integradas por nueve personas de origen albanés y rumano, con edades comprendidas entre los 28 y los 46 años, especializados en robos en viviendas habitadas. Gracias a esta operación se han esclarecido un centenar de hechos delictivos acaecidos en toda la Comunidad de Madrid.

Según el Instituto Armado, los integrantes de ambos grupos delictivos se habían desplazado a España desde Albania asentándose en viviendas ubicadas en la zona sur de Madrid (Pinto y Móstoles) y estaban perpetrando numerosos robos en los últimos seis meses.

Las investigaciones tienen su origen en el estudio de denuncias por parte de los expertos en delincuencia organizada, con un mismo patrón delincuencial, que dieron como resultado la localización de diversos hechos delictivos sobre viviendas. Estos delitos se cometían en su mayoría en viviendas unifamiliares y situadas en urbanizaciones de los extrarradios de la Comunidad de Madrid, siendo muy activos en los municipios de Collado Villalba, Guadarrama, Torrelodones, Las Rozas, Majadahonda, Torrelaguna, Venturada o San Agustín de Guadalix. Llegaron a perpetrar varios hechos delictivos en una misma noche.

El grupo investigado se trasladaba hasta las diferentes localidades donde realizaban un estudio pormenorizado de las viviendas para después perpetrar el robo y evitar ser sorprendidos. Así comprobaban la zona, lugares de huida y si la vivienda contaba con medidas extras de seguridad.

CÉLULAS DELICTIVAS PELIGROSAS

En el primero de los casos, aprovechaban las horas de sueño de los propietarios para acceder al interior y hacerse principalmente con piezas de joyería, pequeños electrodomésticos, así como dinero en efectivo y documentación personal. Después abandonaban rápidamente el domicilio. Normalmente operaban en grupos de cuatro personas, lo que permitía que desvalijaran las viviendas en pocos minutos.

Este primer grupo se caracterizaba por su peligrosidad, ya que en el caso de ser sorprendidos por unidades policiales emprendían la huida a alta velocidad en vehículos de gran cilindrada, «con un evidente peligro para el tráfico rodado y un desprecio manifiesto por la vida y la integridad física de los usuarios de las vías públicas».

El segundo grupo se había especializado en viviendas unifamiliares, situadas en urbanizaciones donde tras forzar alguna de las puertas o ventanas de la vivienda dos de los integrantes sustraían todos los efectos de valor que encontraban a su paso. Era la mujer de este grupo la encargada de ejercer las labores de vigilancia y establecer la huída del lugar.

Los detenidos pertenecientes a ambas células delictivas, que estaban preparando su traslado a otro país, han sido puestos a disposición de la Autoridad Judicial competente, que ha decretado el ingreso en prisión de los autores materiales de los hechos delictivos.