El 3-0 de la ida en Vallecas había puesto la eliminatoria prácticamente imposible, pero aún así los de Garitano han saltado al césped de Butarque dispuestos a firmar una remontada histórica para verse las caras con el Girona en pos del ascenso. Por si les faltaba motivación, los 1.500 aficionados presentes en el estadio han contribuido lo suyo para que la atmósfera fuese lo más electrizante posible dentro de las circunstancias.

Y lo cierto es que los planes han empezado a cumplirse desde bien pronto. El Lega ha salido a morder desde el pitido inicial y el Rayo ha contemporizado en demasía. Tanto, que apenas superados los diez minutos ha encajado el primer tanto. Un magnífico centro de Silva lo ha dejado pasar Miguel para que Rober Ibáñez pusiera la rúbrica final colocando el balón lejos del alcance de Luca.

La eliminatoria empezaba a no estar tan clara como se presumía, más que nada porque los locales reducían a la mínima expresión a los de Iraola, que apenas han dado señales de vida hasta el descanso. A la media hora, Saveljich se adelantaba a Miguel cuando éste se aprestaba a cabecear desde cerca un buen centro de Juan Muñoz. Y en el 40′ era de nuevo Rober Ibáñez el que dibujaba una excelente jugada individual rematada con un lanzamiento a centímetros del palo.

Ya con el tiempo cumplido llegaba la más peligrosa aproximación rayista con un excelente disparo desde fuera del área de Fran García cerca de la escuadra.

El Leganés llegaba al entreacto con el objetivo entre ceja y ceja, pero la pausa le ha venido de perlas al Rayo, que en el arranque de la segunda mitad ha manejado el encuentro con menos agobios e incluso ha estado a punto de adelantarse en un lanzamiento de falta de Trejo que no ha tocado nadie y ha acabado sacando Riesgo junto al palo cuando ya se colaba.

Con todo, la entrada en escena de Eraso y Avilés ha parecido insuflar nuevos bríos al Leganés, que ha rondado el segundo en una magnífica jugada de Palencia, cuyo centro atrás ha dejado pasar Rubén Pardo para que rematase en inmejorable posición Rober Ibáñez, pero su envío se ha marchado lejos del objetivo.

UN AUTOGOL ACABA CON LAS OPCIONES

Y ha llegado el fatídico minuto 66 para decantar definitivamente la eliminatoria del lado rayista. Trejo ha botado una falta al área pepinera y Sergio González, en su afán por despejar de cabeza, lo ha hecho de manera defectuosa hacia su portería y el balón ha superado a Riesgo.

El golpe ha sido mortal de necesidad y la remontada se ha convertido en una utopía, sobre todo cuando a falta de diez minutos para el final, Andrés culminaba una perfecta contra del Rayo para establecer el 1-2 definitivo y difuminar el sueño pepinero, cuyo ascenso tendrá que esperar a mejor ocasión.