Ciudadanos está de dulce. Al menos a nivel nacional. Así lo auguran todas las encuestas recientes habidas y por haber que dan al partido de Albert Rivera unas esperanzas de Gobierno inimaginables hace unos meses, incluso años. Y a buen seguro que su posicionamiento en la crisis de Cataluña ha servido de mucho para esta ola de crecimiento electoral. La formación naranja ha sabido recoger con su discurso todo ese descontento de una parte muy importante de la derecha y otra, no tanto, del tradicional votante de centro izquierda.
A rebufo de esa velocidad de crucero de Ciudadanos a nivel nacional se han puesto las agrupaciones locales. Esperando que el maná les riegue en forma de votos de cara a las próximas elecciones municipales que se celebrarán en poco más de un año. Es una estrategia como otra cualquiera. Arriesgada, eso sí. Pero hay ciertos ejemplos que la avalan. Como el caso del PP, en 2011. Entonces funcionó para acabar con la hegemonía municipal del PSOE en muchos ayuntamientos. Sobre todo en el sur de Madrid. El tradicional cinturón rojo, que acabó desabrochado por las manos populares y que, en Alcorcón especialmente, fulminó a Cascallana. No a todo su equipo. Véase Natalia de Andrés, que a pesar de los pesares -petición de inhabilitación mercantil por parte de la Fiscalía incluida– aguanta carros y carretas aferrada a su puesto de concejal, como último reducto del nefasto Gobierno de Cascallana cuya gestión aún sufre la ciudad -deuda, CREAA, Fuentecisneros y un largo etcétera-.
Ciudadanos en Alcorcón ni apoya al Gobierno local ni hace oposición. Cada día que pasa se hace más palpable que la política municipal le viene grande
Sin embargo, aquel PP de 2011 traía consigo una experiencia municipal de años que, en el caso de Ciudadanos, brilla por su ausencia. Y en Alcorcón, particularmente, se hace más palpable que el traje de la política municipal le viene grande a la formación naranja.
Por ejemplo su portavoz en la ciudad alfarera, Alfonso Reina. Tirando de hemeroteca: ¿qué se le recuerda en beneficio de los alcorconeros? Cuesta responder a esa pregunta. Ya no queda nada de esa responsabilidad de Ciudadanos en 2015 cuando apoyó la investidura del partido más votado en las urnas: el PP. Tras aquello, la nada más absoluta. Ni apoya al Gobierno local ni ejerce de oposición. Porque hay que recordar que tuvo en su mano, moción de censura mediante, provocar la caída de David Pérez. Pero Reina, que quería ser alcalde con solo cuatro concejales, dinamitó las esperanzas y todo quedó en nada.
Aparte de eso, sobre Reina siempre quedará la mancha de haber intentado mediar en la disputa de dos trabajadores de ESMASA que acabó con la Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de Madrid pidiendo su dimisión por presuntamente presionar a uno de ellos. Sin olvidar como, haciendo el mono, trató de ridiculizar a una concejala del PP.
Eso es Ciudadanos en Alcorcón. A eso le ha llevado su actual dirección local, que vive cómodamente bajo el paraguas de la imagen nacional. Afortunadamente la política municipal es mucho más que ese show. Los vecinos lo saben y en 2019, Reina también lo sabrá. Si es que es el candidato…