Sábado, 22 de mayo, en Alcorcón. Cae la noche y se desata el caos en pleno corazón de la ciudad. Concretamente, en la plaza de las Escuelas. Gritos, carreras y un joven que es agredido contra un coche, donde un grupo de menores le asesta una brutal paliza, mientras los vecinos asisten atónitos a la escena.

Dos días antes, en el mismo sitio, otro menor era apuñalado y la Policía Nacional detenía a un individuo como presunto responsable del navajazo. Afortunadamente su vida no corre peligro.

Por ahora se desconocen los motivos de esta riña, pero vecinos de la zona se quejan de un constante tráfico de drogas en la plaza. Aunque las pesquisas policiales no descartan que se trate de un ajuste de cuentas entre bandas latinas.

Esto nos retrotrae al 2 de abril, a la plaza de San Pedro Bautista. Clanes sudamericanos protagonizan una batalla campal a palos y machetazos, en unas imágenes que trascienden a la opinión pública. Y desde entonces, la primavera en Alcorcón ha sido de todo, menos pacífica, como atestiguan los numerosos sucesos que van desde robos en domicilios, robos a conductores, atracos en bares y restaurantes o robos a mayores en los cajeros. Incluso la aparición de un cadáver calcinado en la estación de Alcorcón Central.

La oposición -fundamentalmente VOX y PP- se ponen del lado de los vecinos y piden una reunión para abordar todos estos problemas -propuesta del PP-, al mismo tiempo que exigen responsabilidades, en formas de ceses o dimisiones, como la del director general de Seguridad -propuesta de VOX-.

El Gobierno local niega la mayor y recurre a los datos y las estadísticas, que están de su parte, para negar la inseguridad. Unas cifras que, en cambio, no consuelan a los vecinos que sufren todo este ‘calendario’ primaveral.