Herminio Vico, Sara Hernández y Alba Leo, en rueda de Prensa

La Real Academia Española (RAE) define al cínico como aquella «persona que actúa con falsedad o desvergüenza descaradas». Y la leyenda urbana atribuye al genio de Groucho Marx la icónica frase: «Éstos son mis principios, y si no le gustan, tengo otros».

A caballo entre el cinismo y el marxismo (pero sin gracia) se mueve el Gobierno de Getafe, en cuestiones como la salud. Parece un trabajo harto fatigoso y farragoso eso de defender una cosa y la contraria. De estar en misa y repicando o al plato y a las tajadas. Decir en Madrid ‘A’ para hacer en Getafe ‘Z’ y que encima haya una parte de la población que siga creyéndote es de matrícula de honor de la indecencia política, eso sí. Maestros del engaño y la desfachatez.

Y es que el pasado domingo, 13 de noviembre, desde la alcaldesa, Sara Hernández, a su socia de Gobierno, Alba Leo, fueron varios los miembros del Ejecutivo municipal los que participaron en la manifestación política contra Isabel Díaz Ayuso, diciendo que estaban allí defendiendo la sanidad pública. También acudieron la concejala de Recursos Humanos y Seguridad, Elisabeth Melo, o el concejal de Hacienda que nunca bajará los impuestos a los vecinos, Herminio Vico. E igualmente la diputada socialista y vieja conocida de Getafe, Cristina González.

Pancarta en mano y puño en alto reivindicando la sanidad pública. No faltaba nada en la performance de socialistas y comunistas getafenses. En Madrid, eso sí, pues en la ciudad hacen lo contrario. Ahí está la decisión de la Junta de Gobierno Local, de adjudicar a Quirón la prevención de riesgos laborales y la vigilancia de la salud de los trabajadores municipales.

De tapadillo, sin notas de prensa rimbombantes o comparecencia ante los medios, no vaya a ser que se enteren los vecinos que en Getafe gobierna el Ejecutivo más privatizador que se recuerda. No solo en salud, sino en otras materias (deportivas, culturales, sociales). Hasta 120 millones de euros. Los defensores de lo público.

Un capítulo más a añadir en la prolija hipocresía de la alcaldesa. La misma que iba detrás de la pancarta contra la ampliación del vertedero y, una vez al frente de la Mancomunidad del Sur, aprobaba la mayor extensión de kilómetros y kilómetros de basura en nuestro entorno. Eso sí, con el beneplácito de su segundo al mando en la Mancomunidad, Jesús Santos, segundo teniente alcalde de Alcorcón y diputado de Podemos.

Y eso que Sara Hernández iba a estar en el Gobierno solo ocho años y va a aspirar a un tercer mandato, porque el Código Ético del PSOE de Getafe es papel mojado. O como dice Marx: tiene unos principios pero, si no gustan, pues se ponen otros.