Hace escasos días, el barrio de La Fortuna acogía la escenificación del último duelo a pistola en nuestro país. Afortunadamente, esto forma ya parte del pasado y ahora los desafíos se encarnan de otra manera y con otros instrumentos. Por ejemplo: las urnas.

Es ahí donde se enfrentarán las únicas dos alternativas posibles para el futuro de Leganés, a partir de mayo de 2023. De un lado, el actual alcalde: Santiago Llorente (PSOE), y enfrente: Miguel Ángel Recuenco (PP). No hay más opciones viables en la ciudad si se quiere mantener lo que hay o dar un giro de 180 grados a la actual administración de la localidad.

Cierto que se presentan más partidos, pero ejemplifican un salto al abismo poco recomendable. Por ejemplo ULEG. ¿Qué ofrece el sempiterno candidato desde hace veinte años? Nada nuevo. Es más, lo de siempre: discordia y enfrentamiento. Carlos Delgado sacará su acta de concejal, que en verdad es su auténtica aspiración: vivir cuatro años más a costa de los vecinos, a razón de 60.000 euros brutos anuales.

Ciudadanos, salvo sorpresa, desaparecerá del mapa político. Y a la izquierda del PSOE, salvo la amenaza de Más Madrid, segunda fuerza más votada en la región pero con escasa implantación en Leganés, poco más hay que rascar.

Cierto que se presentan más opciones políticas, pero representan un salto al abismo de la incertidumbre, en un tiempo convulso, que necesita de políticos serios. Háganse a la idea: el bipartidismo ha vuelto para quedarse en Leganés

Así pues, la ‘batalla electoral’ la protagonizarán Miguel Ángel Recuenco y Santiago Llorente. Recuenco viene con el viento de cola de Isabel Díaz Ayuso y su gestión en la Comunidad. Un soplo de aire suficiente, al que une su conocimiento de la ciudad (las raíces son las raíces), como para imponerse a un PSOE en declive, lastrado por las nefastas políticas a nivel nacional. Tanto es así, que hasta el propio Juan Lobato, candidato oficial de los socialistas madrileños, huye de las siglas. Cómo estará el patio por Ferraz.

Y ante eso debe sobreponerse un Llorente al que le crecen los enanos, y no precisamente en el Pleno. Ahora el Tribunal de Contratación de la Comunidad de Madrid le ha paralizado el pliego de publicidad en mobiliario urbano, gracias a que el propio Recuenco recurrió el mismo. Las maestras de escuelas infantiles están que trinan por los impagos, por no hablar de la Policía Local de Leganés, que esta legislatura lleva a sus espaldas el calvario de una burocracia municipal anclada en el pasado.

Las propuestas de uno y otro están ahí. Vendrán nuevas y seguiremos dando cuenta de ello. Pero háganse a la idea: el bipartidismo ha vuelto a Leganés y le conviene, a la vista de la incertidumbre que generan otras opciones. Cuanto antes lo acepten, mejor será su elección.