Juan Félix Bravo está ya muy cerca de cumplir su gran sueño y completar el Dakar en su primera participación en la mítica prueba que concluye este jueves en Lima (Perú). Es pronto aún para cantar victoria, pero las esperanzas se multiplicaron tras acabar la etapa de este martes después de superar numerosos problemas técnicos.

Así pues, el piloto fuenlabreño y su compañero Joan Font encaran los dos últimas jornadas de competición a los mandos del buggy Can-Am Maverick X3 XDS instalados en el puesto 47º de la general y a tan solo 425 kilómetros de alcanzar la anhelada meta..

Durante las nuevo primeras jornadas del rally los problemas para el equipo FN Speed han sido múltiples porque, tal y como señalaba el piloto fuenlabreño, “hay lugares llenos de trampas y con el cansancio acumulado el peligro se multiplica. Esta prueba nos pone al límite, pero estoy muy feliz de estar aquí porque esto me está haciendo crecer aún más viendo mis límites como persona”.

“Desde dentro de la propia aventura y después de varios años persiguiéndola”, recordaba Bravo, “puedo decir que el Dakar es una auténtica locura en todos los sentidos. Es una competición muy extrema tanto para nosotros como para la mecánica”.

Aunque en un principio el plan pasaba porque ambos pilotos compartiesen pilotaje, de momento el fuenlabreño se está limitando a realizar funciones de navegación “ya que tenemos más posibilidades si él pilota y yo navego”, explicaba antes de remachar que “el objetivo lo tenemos muy claro y por encima de todo está terminar la prueba”.