Los trabajadores de la factoría de Schenider Electric en Griñón, que cuenta con un plantilla de 180 personas, han iniciado este jueves, 29 de abril, una huelga parcial. Denuncian que la compañía especializada en gestión de energía y transformación digital está utilizando el plan de bajas incentivadas para despedir a trabajadores y que se está subcontratando su trabajo a otras empresas.

Para CCOO Industria, «la planta de Griñón es viable, pero necesita de una apuesta fuerte, que conlleve la estabilidad del empleo a través de un plan industrial que no se base en la externalización y subcontratación de actividad permanente que venimos sufriendo».

El sindicato insiste en que «no podemos seguir observando impasibles cómo se desmantela un centro de trabajo que es necesario, viable y que a pesar de los cambios tecnológicos y de los cambios también en las estrategias de la compañía entendemos suficientemente viable».

Al Cabo de la Calle ha hablado con César Serrano, presidente del Comité de Empresa de Schneider en Griñón, que considera que la compañía «ha dinamitado la mesa de negociación».

La pasada semana ya empezaron los paros parciales, que se irán sumando a otras movilizaciones hasta configurar un calendario de protesta que los representantes de los trabajadores desarrollarán la semana que viene.

Serrano denuncia el plan de bajas incentivadas, «que la empresa dice que es voluntario pero es obligado, porque si no te despiden», y que hará que el próximo 14 de mayo haya dos despidos. Algo que «si se cronifica hará que más compañeros pierdan su puesto».

En este sentido, el presidente del Comité de Empresa de Schneider Electric en Griñón vuelve a tender la mano, si bien exige a la compañía que presente un plan previo a la negociación. «Están subcontratando una parte del trabajo argumentando que no hay capacidad, pero a la vez despiden. Es un desatino», insistiendo que «se debe solucionar el problema de la carga de trabajo».