Ha acabado el verano y continúan las obras en la piscina municipal. En un principio se estimó que podrían haber acabado en el mes de agosto pero los trabajos todavía se están llevando a cabo. El alcalde de Griñón, José María Porras, ha afirmado que se han producido una serie de contratiempos desde que se iniciasen las obras en el recinto el pasado mes de mayo.

Los trabajos previstos consistían en la remodelación de los vestuarios, creación de un nuevo vaso para la piscina pequeña o la construcción de una zona infantil con juegos de agua a presión, entre otras mejoras.

La primera gran sorpresa que se la llevaron los operarios cuando comprobaron que las aguas fecales del vestuario se estaban vertiendo directamente a los cimientos de la instalación y no a la de saneamiento. Esto ocasionaba la humedad que se veía en el exterior de los vestuarios.

El segundo gran problema se detectó en el vaso de la piscina grande al comprobarse que no era correcta la impermeabilización y se perdía agua. También había importantes fugas en las tuberías de la instalación que fueron detectadas cuando se estaban cambiando los sistemas de depuración. El alcalde José María Porras ha declarado que “las obras de la piscina avanzan, siendo el principal objetivo que la terminación de todo el proyecto sea óptima”.