Finalmente, no hubo machada en el Camp Nou. Tras conquistar esta temporada el Santiago Bernabéu, el CD Leganés viajaba a Barcelona con la ilusión de sacar algo positivo. Así no los decía esta semana Gerard Gumbau en los días previos al partido. Pero una cosa son los deseos y otra la realidad. Y en esta última, si Messi tiene el día, no hay nada que hacer.

El delantero argentino, con un hat-trick, dilapidó las esperanzas del equipo de Garitano, bien armado, como siempre, pero al que no le fue suficiente el rigor táctico para hacer daño al Barcelona, que acabó imponiéndose por 3-1 y acaricia ya el título de Liga. Un día especial, además, para los blaugranas, que emulan a la Real Sociedad de 1979 y 1980 como equipo invicto a estas alturas de la temporada.

La primera parte fue un monólogo del Barça con la mayor parte de la posesión y las ocasiones. Sin embargo Cuéllar desbarataba cualquier opción de gol local para desesperación de Luis Suárez. Todo hasta el minuto 26, cuando Leo Messi, de extraordinaria falta, colocaba el 1-0 en el electrónico. Cinco minutos después hacía el segundo de gran definición dentro del área y el partido que se iba al descanso con un Leganés que apenas inquietó la portería de Ter Stegen.

La segunda parte, en cambio, se notó el bajón de ritmo del Barça y eso lo aprovechó el Leganés. Los de Garitano se hicieron con más balón aunque, eso sí, sin traducirlo en ocasiones. Pero El Zhar, tras un buen contragolpe, puso el miedo en el Camp Nou con un tanto que hacía el 2-1 y daba vida al partido.

El Leganés siguió tocando y tocando, buscando su oportunidad llegando a los diez últimos minutos con serias opciones de lograr la machada. Pero volvió a aparecer Messi, el de siempre, que cerraba el partido con otro tanto polémico eso sí por una posible mano de Dembelé, y acababa con el sueño pepinero.

A pesar de la derrota, el Leganés sigue en posiciones cómodas de la clasificación, con 36 puntos y a 13 del descenso que marca actualmente el Deportivo de la Coruña.