La puesta en escena de Quique Sánchez Flores en su tercera etapa al frente del Getafe se saldó con un empate sin goles frente al Levante. Por vez primera en lo que va de curso el equipo azulón acabó un encuentro sin recibir goles, lo cual no deja de ser un dato positivo teniendo en cuenta la fragilidad mostrada por su retaguardia durante los ocho primeros compromisos, pero eso no es ni mucho menos suficiente teniendo en cuenta la gravísima coyuntura en la que sigue inmerso el equipo.

Necesita ganar cuanto antes y no solo eso, sino encadenar varios triunfos consecutivos porque de lo contrario el ‘efecto Quique’ puede durar bien poco sabiendo de las urgencias que conlleva esta categoría. Y el gran problema, a día de hoy, está arriba. Sin goles no hay victorias que valgan y el ‘Geta’ solo lleva tres en nueve partidos, dos de Sandro y un tercero de Oblak en propia puerta. Sólo el Alavés está peor en ese apartado, aunque con un partido menos.

Y no es un problema nuevo, ya que la pasada temporada fue el equipo menos realizador de la máxima categoría con 28 goles marcados en 38 compromisos. Lo malo es que al margen del mencionado Sandro, ningún otro jugador ha visto puerta en 810 minutos, una sequía que afecta especialmente a Mata, Macías, Enes Unal y Poveda, los otros cuatro delanteros del plantel.

UN CAMBIO RADICAL

El equipo necesita un cambio drástico para dar un vuelco radical a la situación. Y lo necesita desde ya porque el tiempo apremia y las ocasiones se acaban. La primera oportunidad tendrá lugar este próximo lunes a las 21.00 horas frente al Celta, que visita el Coliseum en una situación también bastante complicada.

El conjunto celeste solo suma siete puntos y viene de encajar dos derrotas consecutivas, así que hablamos de una circunstancia propicia para el Getafe, que en caso de victoria se situaría a tan solo dos puntos de los gallegos y permitiría ver el futuro de otra manera. Por contra una derrota, o incluso un empate, abocarían al conjunto azulón a un escenario dantesco.