Picasso, el Greco y el cubismo analítico es la exposición que alberga la sala 9B del edificio Villanueva del Museo del Prado, hasta el 17 de septiembre, con el objetivo de analizar la influencia de Doménikos Theotokópoulos (el Greco) sobre el pintor malagueño.

Aunque casi todos los autores coinciden en limitar la influencia del Greco casi en exclusiva a la juventud de Picasso, esta exposición plantea que fue mucho más profunda y duradera, ya que fue especialmente crucial para el desarrollo del cubismo y, en particular, para la fase del cubismo analítico, en obras como El aficionado o Acordeonista.

En esta sala se encuentran también los documentos testimoniales que resaltan el particular vínculo vital y artístico de Picasso con el Museo del Prado, una relación que comenzó en sus años como copista y finalizó con su nombramiento como director.

Con la apertura de esta muestra se elevan a seis las exposiciones temporales que se pueden visitar en el Museo del Prado, una cifra nunca alcanzada hasta la fecha: Guido Reni; Herrera ‘el Mozo’ y el Barroco total; Emilio Sánchez Perrier (1855-1907). Dibujos, en el edificio Jerónimos, y Retratos de Sorolla y Obras maestras españolas de la Frick Collection junto al itinerario Calderón y la pintura en el edificio Villanueva.