varios jugadores del Carplus Fuenlabrada dialogan durante el partido ante el Baskonia (ACB Photo)

Tres triunfos en sus cuatro primeros partidos al frente del primer equipo consolidaron la apuesta de los responsables del Carplus Fuenlabrada por José Luis Pichel, hasta entonces técnico del filial y ayudante de Raventós. Sin embargo, los positivos efectos de su ‘ascenso’ se han ido disipando conforme avanzaban las jornadas y el colectivo fuenlabreño se enfrentaba a uno de los tramos más duros de la competición por la envergadura de sus rivales.

Y las consecuencias están siendo muy duras para el ‘Fuenla’, que no solo ha encajado cinco derrotas consecutivas, sino que lo ha hecho encajando más de 100 puntos de media (102) y emitiendo unas alarmantes sensaciones a nivel defensivo. Cierto es que sigue fuera de la zona de descenso, pero su margen con el Real Betis y el Baxi Manresa se ha visto reducido a la mínima expresión.

Pese al batacazo de la jornada anterior en casa frente al Unicaja (85-117), los fuenlabreños firmaron una espléndida primera mitad en su visita de este pasado domingo al Baskonia. En el segundo cuarto, de hecho, rozaron la perfección y para cuando se llegó al descanso habían abierto una enorme brecha de 17 puntos (35-52) frente a uno de los equipos más en forma de Europa con un juego coral en ataque y un encomiable desempeño defensivo.

Sin embargo, toda esa fiabilidad saltó por los aires tras la pausa y a los de Peñarroya les bastaron cinco minutos para desarbolar al Carplus Fuenlabrada y darle la vuelta al marcador con la estelar actuación de Marcus Howard (29 puntos). El escandaloso parcial del tercer cuarto (39-12) sintetizó lo acontecido en el Fernando Buesa Arena y certificó el maltrecho estado de ánimo de un colectivo que se desconecta de la realidad con demasiada asiduidad. Para cuando recuperó sus constantes vitales ya era tarde para evitar otra dura derrota.

PICHEL: «HA HABIDO UN MOMENTO QUE HEMOS BAJADO LA CABEZA»

«Ha sido un partido de dos caras. En la primera parte nos hemos acercado mucho al mejor baloncesto que hemos jugado. Valoro mucho lo difícil que es jugar contra equipos tan físicos como Baskonia y hemos conseguido aguantar», analizaba Pichel a la conclusión del encuentro, «pero el 39-12 tercer cuarto, además del impacto en el marcador también ha tenido un impacto anímico. Ha habido un momento en el que hemos bajado la cabeza», admitía.

Concedía el técnico madrileño que «nos vamos más fastidiados de lo normal porque ha habido un momento que pensábamos que teníamos opciones de ganar», todo ello sin dejar de tener en cuenta que «venimos de una racha de jugar contra equipos que están muy arriba y para nosotros esto está siendo como un pequeño Tourmalet, así que hay que aguantar esto y saber que tenemos capacidad de competir contra otros equipos».

Sin ir más lejos el Monbus Obradoiro, que será el siguiente rival el viernes 30 de diciembre en el pabellón Fernando Martín (18.30). Ahí sí que el ‘Fuenla’ ya no tiene licencia para fallar porque las consecuencias serían traumáticas.