Los responsables del Baloncesto Leganés andan literalmente desbordados tras el histórico ascenso de su primer equipo a la Liga Femenina Endesa, máxima categoría del baloncesto femenino nacional, debido a la envergadura de la nueva competición y a los rigurosos requisitos que se exigen para formar parte de este selecto grupo.

Pero el tiempo pasa y la realidad, según advierten desde el club leganense, es que esta semana resultará «crucial» para la viabilidad de su nuevo proyecto. Más que nada porque van a producirse decisivas reuniones con el Ayuntamiento para tratar de concretar los últimos detalles pendientes acerca del apoyo que prestará el Gobierno local tanto a nivel económico como en materia de instalaciones.

Será a partir de ahí cuando la entidad pueda empezar a dar pasos firmes en la configuración de la nueva plantilla, cosa que no ha podido hacer hasta conocer con seguridad el presupuesto del que podrá disponer y que debería estar por encima del medio millón de euros, más del doble que la pasada temporada.

VARIAS OPERACIONES AVANZADAS A FALTA DE RECIBIR LUZ VERDE

Desde la dirección deportiva se ha escudriñado a conciencia el mercado y hay varias jugadoras que interesan y con las que se mantienen avanzadas conversaciones, pero estas operaciones no pueden cerrarse hasta que las conversaciones con el Ayuntamiento lleguen a buen puerto y se corre el riesgo de que alguna de ellas pueda irse al traste si no hay un acuerdo a corto plazo, motivo por el cual los responsables del club admiten no poca inquietud en estos momentos.

Lo que sí está ultimado a falta de confirmación oficial es la continuidad de Saúl de la Torre y Antonio Pérez, ayudantes de Antonio Pernas en el cuerpo técnico, a los que se unirá algún colaborador más para completar la estructura.