El Real Madrid celebró por todo lo alto el título liguero (ACB Photo/E. Cobos)

El Real Madrid se proclamó este domingo campeón de la Liga Endesa tras imponerse por 81-74 al Barcelona en el WiZink Center y establecer el 3-1 que sentenciaba la final en favor del conjunto blanco.

El equipo de Pablo Laso, ausente de nuevo en el banquillo en su recuperación del infarto que sufrió hace dos semanas, no dejó escapar la opción de ser campeón en casa. Edy Tavares, que venía ya de unos tremendos ‘playoffs’, fue el factor diferencial y MVP de la final con 25 puntos, 13 rebotes y 41 de valoración, que permitió al Madrid conquistar su 36ª Liga, torneo que no ganaba desde 2019.

Sin meter una ni coger un rebote, al Barça se le complicó de inicio el órdago blanco por el título. El cuadro culé estuvo los seis primeros minutos en dos puntos, una sequía que volvería en el último cuarto, tampoco desatado el Madrid pero con ese control bajo aros y esa sensación de estar mucho más conectado al parqué.

Jasikevicius necesitaba soluciones con urgencia. Con los triples de Sanli y Jokubaitis, el Barça minimizó el daño, incapaz eso sí de penetrar la zona local. Tavares se hizo el rey por dentro y la falta de confianza hacía estragos en el rival (13-10). Al Madrid le faltaba anotar de fuera y ahí Llull, con semi mandarina incluida, y Rudy dieron un paso al frente que dejó temblando al Barça (24-10).

TODO POR DECIDIR AL DESCANSO

El defensor del título necesitaba más soldados que los trillados Mirotic y Calathes. El australiano puso garra y puntos, como un Kuric que, después de no recibir una bola en el primer cuarto, se estrenó sin fallo en el segundo. Con las faltas de Davies y Sanli, a Smits le tocó pelearse con Tavares, pero el Barça arrimó el hombro para cerrar el rebote y creer al descanso (34-33).

‘Saras’ dejó lo que le funcionó y celebró con locura cuando Jokubaitis sacó de la zona al de Cabo Verde, pero el gigante del Madrid no tuvo rival. Como el viernes, la vuelta culé tras el descanso fue muy mejorable y Tavares despachó también a Smits en su dominio total bajo aros (50-43). Sin embargo, el Barça se mantuvo de pie y encontró puntos para su primera ventaja (55-56).

Fue testimonial, pero la presión estaba también sobre el cuadro blanco y la ‘obligación’ de aprovechar su ocasión de ser campeón. Chus Mateo tiró de nuevo de Tavares y Deck, endureció la defensa y evitó que el Barça mantuviera su inercia positiva. Los de ‘Saras’ habían remado a contracorriente, pero un 1/7 desde el triple en el último cuarto hizo imposible evitar el alirón blanco.

El Palacio se dio por aludido cuando a su equipo le tocaba tener la sangre fría de abrochar el título. Tavares lo hizo fácil, Causeur y Deck acompañaron al caboverdiano y un triple de Hanga, que el año pasado fue campeón con el Barça ante el Madrid, supo a sentencia. Exum mantuvo la emoción hasta dos minutos del final, pero los de Laso, quien saltó al parqué para levantar el trofeo, se vengaron de los de ‘Saras’ para truncar el proyecto culé con el de Kaunas.