María Alirangues da instrucciones antes de un partido

El Balonmano Pínto ha denunciado públicamente que un grupo de aficionados del Balonmano Safa profirió insultos racistas contra sus jugadores, y muy especialmente contra el jugador de color Javier Bonilla, así como insultos machistas contra la entrenadora, María Alirangues, en el transcurso del partido de Primera Nacional que ambos equipos disputaron este pasado sábado en el pabellón Safa Dos Deporte, en el barrio de Moratalaz.

La propia María Alirangues confirma en declaraciones realizadas este lunes a Al Cabo de la Calle la existencia de estos insultos y confía en que se adopten medidas al respecto por parte tanto de la Federación Madrileña como de la Federación Española «porque en estos temas no se puede mirar para otro lado, ya que quizá otro día pase una desgracia y tenemos que cuidar del balonmano».

Alirangues, que cumple su sexta temporada al frente del equipo senior masculino del BM Pinto, dice que ya estaba advertida de lo que podía ocurrir. «Mis jugadores me avisaron el jueves anterior al partido de que había un grupo de aficionados en las gradas de Safa, que al parecer eran amigos de uno de sus jugadores, que ya habían creado problemas en otros partidos. Y les dije que esperaba que no le dijesen nada a Bonilla porque entonces pararía el partido», avisó.

Según relata sobre lo acontecido, «varios aficionados de nuestro equipo presentes en el pabellón escucharon insultos bastante desagradables sobre toda la plantila, del tipo de ‘Pinto tercermundista’, ‘saltavallas’ e incluso ‘menas’. Y cuando salió Bonilla al campo empezaron a llamarle ‘mono’ y hacer una serie de gestos alusivos».

En cuanto a ella, afirma que «empezaron a decirme ‘nenaza’ y ‘que salga ya el entrenador’, además de otras cosas bastante más fuertes», indica antes de recordar que «comentarios machistas sí es cierto que recibo en todos los campos, pero no es la dinámica general. La realidad es que como en este partido no había vivido nada igual», recalca.

La entrenadora del Balonmano Pinto explica que, en vista de lo que estaba ocurriendo, «nuestros aficionados fueron a hablar con el delegado de campo y con la mesa. Una chica les llamó la atención», en referencia al grupo de aficionados del BM Safa, «y les dijo que dejaran de faltar al respeto, pero no se tomaron medidas», por lo que al final del partido «pedí a los árbitros que reflejasen todo lo ocurrido en el acta, aunque no lo reflejaron todo y lo suavizaron mucho».

A continuación fue a hablar con el entrenador del equipo rival «para comentarle lo que le había dicho a los árbitros y me dijo que le parecía lógico y normal. Le comenté además que el problema es que uno de sus jugadores había alentado esos comportamientos». De hecho, destaca que «el entrenador de Safa me llamó luego por la noche y me pidió disculpas por lo ocurrido. A ver si pueden solucionar este problema».

Alirangues considera, además, que en este asunto asunto llueve sobre mojado «porque hemos recibido comentaros también de equipos como Melilla que les pasó lo mismo, con muchos insultos de por medio, y la semana pasada también hubo este tipo de comentarios».

A LA ESPERA DE COMPETICIÓN

Teniendo en cuenta la gravedad de los acontecimientos, desde el club pinteño se están planteando seriamente «emitir un comunicado de denuncia de lo ocurrido».

Por lo pronto, están pendientes «de la resolución del Comité de Competición en torno a lo acontecido el pasado sábado y a ver si desde aquí podemos ayudar a Safa a que esta gente no entre en el pabellón, aunque entiendo que pueda existir algo de miedo», admite.

Lo que sí se está consiguiendo desde que el club pinteño denunció estos insultos es que las redes sociales se hayan convertido en un auténtico hervidero de comentarios de apoyo al equipo y sobre todo a la entrenadora, además de censuras contra la actitud de este grupo de aficionados.