No corren buenos tiempos para el Getafe, que el pasado fin de semana sufrió un severo correctivo en su visita al Levante (3-0) que no hizo sino agudizar la mala racha del colectivo azulón, que no conoce la victoria desde que se impusiera al Barcelona el pasado 17 de octubre y cuyo balance a partir de ese celebrado triunfo es de tres empates y otras tantas derrotas. Es decir, 3 puntos sumados sobre 18 posibles.

Urge, pues, la reacción porque aunque la situación no es ni mucho menos crítica sí reviste síntomas preocupantes en algunos apartados como el defensivo. Acostumbrado a ser uno de los equipos menos goleados de la competición en las últimas campañas, la zaga azulona se está mostrando mucho más vulnerable en lo que llevamos de competición.

“Es una faceta que tenemos que mejorar obviamente por los goles que estamos encajando”, admitía Bordalás, “ya que en años anteriores estábamos entre los tres equipos que menos encajaban y en este campeonato nos están perforando la portería con mucha facilidad”.

CHEMA Y DJENE, BAJAS POR SANCIÓN

El problema es que este sábado reciben al Sevilla en el Coliseum (16.15 horas) con la retaguardia cogida con alfileres. Tanto Chema como Djene fueron expulsados ante el Levante y no podrán ser de la partida ante el conjunto hispalense, lo que deja a Cabaco y Etxeita como únicos centrales específicos a disposición del cuerpo técnico. Y luego está la duda de Damián Suárez en el lateral derecho, aunque todo hace indicar que estará disponible.

Tampoco conviene olvidar que el calendario ofrece escasa tregua de aquí a final de año. Tras el partido ante el Sevilla, el Getafe se las verá en la Copa ante el Anaitasuna (jueves 17) y a partir ahí le esperan otros tres duros huesos de roer en Liga como el Cádiz, el Celta y el Atlético de Madrid, con el que despide 2020.