El Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Universitario de Fuenlabrada ha incorporado por primera vez a su actividad asistencial, un nuevo sistema de navegación robotizado indicado para la implantación de prótesis de rodilla.

Esta innovadora tecnología permite llevar a cabo intervenciones quirúrgicas con un sistema de navegación robotizado que no requiere imágenes previas, ya que todas las resecciones las lleva a cabo el brazo robótico.

Este sistema de navegación consta de tres elementos básicos: una estación de trabajo (ordenador incorporado en el quirófano); un sistema de localización para reconocer la posición y orientación relativas del instrumental quirúrgico, con respecto a las estructuras anatómicas implicadas en la cirugía; y métodos que permiten referenciar la anatomía del paciente, realizando un modelo virtual de la rodilla en tiempo real y sin necesidad de pruebas de imagen específicas, como TC o RM previas a la cirugía.

«La cirugía navegada de rodilla y la robótica es un campo novedoso dentro de la cirugía protésica y tiene ventajas respecto a las cirugías convencionales: permite un posicionamiento óptimo de los componentes, lo cual nos va a proporcionar una mejora con respecto a los resultados y a la supervivencia de los implantes y una disminución de la necesidad de recambios en un futuro”, ha explicado el jefe del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del hospital, Francisco Javier García Lázaro.

BENEFICIOS PARA EL PACIENTE

En cuanto a la precisión en la colocación de los componentes de una prótesis de rodilla, esta herramienta supone el uso de un motor robotizado que permite que las resecciones sean exactas para la colocación de los componentes de acuerdo a la planificación preoperatoria que se realiza previamente, pudiendo ajustarse a niveles de 0,5o o 0,5 mm, precisión impensable con técnicas quirúrgicas convencionales.

Los pacientes intervenidos tienen un menor riesgo de sangrado, al no ser necesarias la colocación de guías dentro del fémur o la tibia. Asimismo, la supervivencia de las prótesis implantadas con este procedimiento se prevé que estará por encima de los 10-15 años en un porcentaje mayor que con procedimientos convencionales.