La concejala de Feminismo de Getafe, Alba Leo, se ha pronunciado este miércoles sobre la sentencia que acredita que el Gobierno del que forma parte, violó derechos fundamentales de los escolares a los que se repartió la guía sexual ‘Rebeldes del Género’.

Leo, portavoz local de Podemos, tacha de «vergonzosa» la resolución judicial y que «da auténtico miedo». Para la edil, «usa en varias ocasiones términos inventados por la ultraderecha como ‘ideología de género’, defiende que ‘se ofende’ al dogma de fe de la Religión, e incluso defiende literalmente lo beneficiosa que es la castidad».

Además considera que la sentencia «está llena de juicios de valor desde una ética católica que en un Estado moderno, democrático y supuestamente aconfesional como es el nuestro no debería tener ninguna cabida».

Asimismo, la concejala de Feminismos de Getafe defiende nuevamente la guía  para «trasladar a las futuras generaciones un material, que lo único que pretende es educar en igualdad, prevenir las violencias, vivir sin miedo y tener relaciones saludables con nuestras parejas y amistades».

En este sentido, Leo considera que «es crucial para avanzar hacia una sociedad libre, sana e igualitaria. Especialmente en un contexto actual donde los y las menores obtienen la mayor parte de la información a través de un porno terrible, donde las relaciones violentas y de dominación son la norma».

«BLOQUEAR EL PROGRESO»

La concejal de Podemos sostiene que «las instituciones jurídicas vuelven a bloquear el progreso de la sociedad en nombre de dogmas religiosos anclados al pasado». Así defiende que el fallo judicial se basa «en una única ilustración de las 189 páginas que tiene la colección que nos han obligado a retirar».

En la misma se muestra «a la Virgen como nos la enseña la propia religión católica: una mujer sin vida propia ni sexual. Todo entrega y sacrificio. Del mismo modo que se representa, a su lado, al estereotipo del ama de casa que disfruta hasta el orgasmo de cocinar y planchar».

Alba Leo añade que «bajo la excusa de ofensa a la libertad religiosa, que ya de por sí es retrógrada, en una estado supuestamente aconfesional, la ultraderecha solo busca retroceder a una España en blanco y negro». Y advierte finalmente que «esto no va a acabar aquí».