amianto getafe

De la alarma a la más absoluta indignación. Ese está siendo el camino sentimental que están recorriendo los padres y madres de los alumnos del IES Matemático Puig Adam del barrio San Isidro de Getafe. Este lunes presenciaban como sus hijos e hijas tenían que abandonar las clases ante el posible riesgo de contaminación del amianto que se está retirando en las obras de demolición del polideportivo colindante con el centro educativo.

Los trabajos para la eliminación de este material etiquetado como cancerígeno por la Organización Mundial de la Salud, estaban previstos, con el visto bueno de las administraciones públicas, para el pasado fin de semana (4 y 5 de noviembre). Sin embargo, las condiciones climatológicas impidieron las labores que se retomaron el lunes, sin que muchos padres lo supieran. Así, los alumnos relataba como profesores llevaban mascarillas mientras impartían las clases antes de que tuvieran que abandonarlas por precaución. En el caso de los estudiantes de Bachillerato, estos pudieron salir del centro por propia iniciativa y tras darles el visto bueno los tutores. No así los de 4º de la ESO, que tuvieron que esperar, en muchos casos, a la llegada de sus progenitores.

LLAMADA A LA CALMA

Ante el estado de alarma, el Gobierno de Sara Hernández tuvo que salir al paso asegurando que “se han retirado las planchas de amianto de una galería adjunta a uno de los pabellones y que no representa ni el 1% de la obra”. En este sentido, fuentes municipales explicaban que la Comunidad de Madrid, responsable de la autorización de estos trabajos, volvía a revisar que se cumplían con las medidas de seguridad necesarias y que estos no suponían un riesgo para la salud. Desde el Consistorio recordaban además que “la dirección del IES Puig Adam autorizó expresamente a través de un documento firmado que estos trabajos se pudieran realizar entre los días 3 y 6 de noviembre”.

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Así, el Ejecutivo municipal llamaba a la calma reafirmando que “los trabajos se están llevando a cabo garantizando en todo momento las condiciones de seguridad y salud tanto como para los trabajadores como para los vecinos y vecinas”. Eso sí, la retirada del amianto se ha tenido que suspender, por el momento, hasta el próximo 11 de noviembre, después de que el Ayuntamiento se lo pidiera por carta a la empresa encargada de los trabajos. Y, mientras tanto, las clases lectivas continúan con aparente normalidad.

FALTA DE INFORMACIÓN

Esa llamada a la calma, en cambio, resulta insuficiente para los sufridos progenitores de los alumnos del Puig Adam. Estos días y en semanas previas, muchos de estos padres y madres se han quejado de la falta de información que ha podido poner en riesgo la seguridad y la salud de sus hijos. En este sentido, la mayor parte de ellos ha apuntando directamente al Gobierno de Sara Hernández y el departamento de Urbanismo que dirige Jorge Juan Rodríguez Conejo y que, a priori, coordina los trabajos con la empresa adjudicataria.

La indignación por la desinformación y los balones fuera entre una administración y otra es mayor porque Getafe, lamentablemente, tiene un historial con el amianto que ha perjudicado y dejado en el camino a muchas familias de la ciudad. De ahí que el problema en el polideportivo haya colmado el vaso.

Porque las obras de derribo del poli San Isidro empezaron a principios de octubre, pero el pasado 28 de septiembre, vecinos del barrio ya mostraban su preocupación por la posibilidad de la existencia de este material cancerígeno una vez esparcido en el aire y que estaba presente en las instalaciones. Entonces pedían explicaciones sobre cómo podía repercutir a la salud este hecho, tal y como publicó Al Cabo de la Calle en su edición impresa. Un respuesta que, finalmente y por las circunstancias del lunes se ha vio obligado a dar el Consistorio por la presión de los padres.