“Construiremos un gran túnel subterráneo, que conecte la avenida del Doctor Mendiguchía Carriche con la calle Getafe, con salidas a la avenida de la Universidad y la calle Santa Rosa, lo que eliminará el conocido como ‘puente tragacamiones’ o ‘puente de Simago’”.

Con esta promesa arrancaba la campaña electoral para los comicios del próximo domingo 28 de mayo, el alcalde de Leganés y candidato a la reelección por el PSOE, Santiago Llorente, añadiendo que “desde el interior del túnel se accederá a dos nuevos aparcamientos subterráneos en la Plaza de España y la Plaza de la Fuente Honda”.

El ‘puente tragracamiones’ es una anomalía arquitectónica, como su propio nombre popular indica, donde en todos estos años se han generado situaciones de peligro, quedando encajonados vehículos de alto y medio tonelaje, provocando accidentes de tráfico que, con esta medida del PSOE, podría resolverse en el futuro.

Sin embargo, la propuesta del socialista parece no haber convencido a todos los vecinos. Al menos, a los de la Asociación de Vecinos de San Nicasio. “San Nicasio lleva años separado del resto de Leganés por la C-5 de Cercanías. Muchos años llevamos también desde esta Asociación pidiendo que seas soterrada, como en Getafe, para quitar esta barrera de separación y exclusión.

Sin embargo, desde el Ayuntamiento ningún partido jamás ha tomado interés por esta reivindicación”, considerando que la propuesta del PSOE para solucionar el problema de los camiones que se atascan en el puente citado, “no hace falta realizar una obra faraónica y millonaria, hay soluciones mucho más sencillas. Con unas simples barreras de gálibo se solucionaría el problema. También se puede desviar el tráfico por los otros puentes que pasan por encima de la vía, etc.”.

El PSOE promete que desde el interior del túnel se acceda a dos nuevos aparcamientos

Por otro lado, entienden que estos trabajos supondrían un “gasto millonario” y que “se nos llenaría el barrio de tráfico a motor”, temiendo un aumento de la contaminación. Es más, creen que “durante el tiempo que se realizarían las obras, el barrio estaría dividido también a los dos lados de la calle Mendiguchía Carriche durante un tiempo elevado, acompañado de ruido, polvo, cortes de tráfico y peatonal, además del perjuicio para los pocos negocios del barrio”.

Así pues, vuelve a proponer como alternativa que el dinero que se pueda destinar a la eliminación de este puente, que lleva años trayendo por el camino de la amargura a toda la ciudad de Leganés, podría destinarse efectivamente al soterramiento de la vía férrea. Si bien esta competencia corresponderá al Gobierno de España, que tendría que contar con la colaboración de la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Leganés.