Los jugadores del getafe hacen 'piña' durante un partido (foto: Getafe CF)

El Getafe echó el pasado fin de semana el cierre a la campaña 21-22 y es hora de hacer balance, aunque sea de manera somera, de un curso tremendamente convulso para el conjunto azulón, que sufrió horrores para hacer realidad la permanencia. Esa fue sin duda la mejor noticia de una temporada en la que el boletín final de notas refleja un admonitorio ‘necesita mejorar’ de cara al próximo ejercicio.

QUIQUE Y UNAL, LOS MEJORES

Puestos a evaluar la temporada recién concluida, las mejores calificaciones serían sin duda para Quique, principal artífice de la salvación al lograr enderezar a tiempo el errático rumbo de la nave azulona, y Enes Unal, que con sus 16 goles -prácticamente la mitad de los 33 marcados por el equipo- ha aportado un buen puñado de puntos a la causa.

Ellos dos han sido los más sobresalientes en el plano individual junto a Mayoral, un refuerzo invernal tremendamente efectivo, aunque también convendría destacar el excelente desempeño defensivo a nivel colectivo. El Getafe ha sido el octavo equipo menos goleado del campeonato (41) y eso ha sido en buena medida debido a la rocosidad de la retaguardia conformada por Soria, Damián, Djené, Mitrovic, Cuenca y Olivera, con presencias más esporádicas de otros integrantes del plantel que tampoco desentonaron.

También fue positivo el rendimiento del equipo en el Coliseum, donde sumó 28 de sus 39 puntos, si bien en este apartado habría que remarcar el impagable apoyo de la afición, más fidelizada que nunca.

MUCHAS ASIGNATURAS PENDIENTES

Pero también ha habido asignaturas pendientes. Demasiadas. Y por ahí tienen un enorme trabajo por delante Ángel Torres y compañía de cara al nuevo proyecto. Por presupuesto, el Getafe debería haber estado en una situación mucho más desahogada, pero se ha pasado el curso entero luchando a brazo partido por no descender y lo ha evitado por un solo punto.

La elección de Míchel para el banquillo se reveló claramente equivocada, pero es que pocas veces antes ha tenido tantos errores el club en el capítulo de fichajes. Los fiascos más sonados han sido sin duda los del mexicano Macías, que solo estuvo hasta enero, y Vitolo, que no ha dado señales de vida pese a ser el refuerzo más rutilante de todos. Tampoco ha aparecido Jonathan Silva, reclutado en invierno, mientras que Gastón Álvarez no ha llegado a debutar. Jankto, cuya irrupción fue fulgurante, también se ha ido apagando. Y habría más casos.

Los resultados están ahí y admiten poca discusión, pero entre lo peor del balance habría que citar la acuciante falta de gol en muchos tramos, lo que se ha traducido en el ‘farolillo rojo’ final en la lista de equipos más realizadores, y el pobre rendimiento lejos del Coliseum, hasta el punto de solo se ha conseguido una victoria a domicilio y fue ya en las postrimerías de la liga. Muchas cosas que mejorar, pues, porque toca hacer borrón y cuenta nueva.