El tejido empresarial de Valdemoro está formado, básicamente, por pymes. Son tiendas, bares, pequeños restaurantes, clínicas, peluquerías, profesionales autónomos, pequeños supermercados, En definitiva, pequeños negocios de cercanía que animan la vida de los barrios, y que son parte fundamental del tejido social, generando redes comunitarias, vínculos de apoyo y contribuyen a dar vida a las calles y barrios.

Además, como señalan desde la Asociación de Consumidores de Valdemoro (Acusval), “el comercio local contribuye a reducir el impacto ecológico al disminuir los desplazamientos que hacemos para ir a las compras y hay que reconocerles una importante labor, que es la contribución a la seguridad de nuestras calles, a mantenerlas limpias, llenas e iluminadas. Sin comercios, los inmuebles se degradan, y los barrios quedan desiertos y sombríos”.

Comerciantes y autónomos precisan del apoyo de los gobiernos y, sobre todo, de los más cercanos a la población. Esos son, claro, los Ayuntamientos. Por desgracia, en Valdemoro, este apoyo no siempre es todo lo eficaz que debiera ser, y de ello dan queja los afectados.

Las obras públicas en épocas de especial actividad afectan seriamente a los negocios de la zona centro

Es el caso de los comerciantes de Adecovalde, la Asociación del Comercio de Valdemoro. El listado de quejas que desde la asociación dirigen al Consistorio, al actual y a los anteriores, es larga y a veces se refieren a asuntos sorprendentes. Por ejemplo, la colaboración en campañas comerciales tan habituales como las rebajas o el ‘Black Friday’, la falta de un censo de comercios, o la realización de obras públicas o el cierre de aparcamientos públicos en las calles más comerciales y en las épocas de mayor afluencia.

Esta asociación, que mantiene una actividad constante como se refleja en sus perfiles en redes sociales, reclama un compromiso más constante del Gobierno local. Algo como lo que ocurrió en la última Feria del Comercio organizada por Adecovalde el pasado 4 de septiembre y en la que el Consistorio colaboró con la cesión, montaje y desmontaje de las carpas.

Pero es una colaboración que desaparece en las fechas navideñas, cuando el Consistorio no celebró la campaña ‘Ya es Navidad en tu comercio’, que se celebró en 2021 y que los comerciantes habían pedido que se repitiese. O el ‘Concurso de Escaparatismo’, en el que el Ejecutivo se ausentó por completo y corrió a cargo de la asociación. O, el caso más sangrante, los 300 euros comprometidos tras el confinamiento y que aún siguen esperando.

LOS CONSUMIDORES SE SOLIDARIZAN

Los consumidores se solidarizan con los comerciantes. Desde Acusval, su dirigente Jesús Paniagua, comenta para Al Cabo de la Calle que “el comercio local es uno de los grandes olvidados por nuestro consistorio y creemos firmemente en que cualquier política de revitalización de la actividad comercial debe pasar, en primer lugar, por escuchar a los propios interesados y activar un Consejo Local de Comercio y Consumo para hacer llegar las ideas, propuestas, anhelos e inquietudes de los comerciantes y consumidores a unos despachos, que lamentablemente permanecen cerrados para los vecinos y agentes sociales”.

El comercio es visto como una fuente para recaudar. “Se cobra la Tasa de Basuras a comercios inicuos o se sigue cobrando a locales que han tenido que cerrar”. No hay ningún tipo de ayudas y las campañas de promoción del comercio local son pocas y carecen de vitalidad o iniciativa. Mención aparte merecen situaciones en las que la actividad comercial se entorpece directamente dificultando la movilidad hacia las zonas comerciales, cerrando el aparcamiento municipal los fines de semana, en Navidad o el inicio de la temporada de rebajas.