Cerca de 150 alumnos y alumnas de una academia de baile en el barrio de El Bercial, en Getafe, dejarán de recibir clases a partir del próximo 1 de mayo.

La Escuela de Música y Danza Mónika Rojascerrará sus puertas este domingo después de que el Ayuntamiento haya decidido clausurar temporalmente el centro debido a los “problemas de ruido” que genera la “deficiente insonorización” del inmueble y que provocó, en el año 2014, las primeras denuncias por parte de los vecinos que comparten edificio con la academia, según han explicado a Al Cabo de la Calle fuentes municipales.

Las madres y padres de los alumnos han iniciado una campaña de recogida de firmas a través de la conocida plataforma Change.org para denunciar esta situación, ya que entienden que “el Ayuntamiento de Getafe deja en la calle a una emprendedora, embarazada y con una hija a cargo, con los únicos ingresos de este trabajo, cumpliendo con la licencia de actividad y la normativa”.

La recogida de firmas ha partido de la propia afectada y ha recibido ya más de 860 apoyos, además de un considerable movimiento en redes sociales. Alude en su petición al Defensor del Pueblopara que frene el cierre de la escuela y señala que éste se debe a “goteras provocadas por la vecina de arriba”. La situación supone “dejar a más de 150 alumnos y alumnas, la mayoría menores, en la calle sin poder continuar con su enseñanza educativa artística”, según asegura.

Denuncia vecinal

Por su parte, el Ayuntamiento de Getafe ha explicado que se trata de un conflicto entre particulares, ya que las primeras quejas por el ruido generado y por la deficiente insonorización llegaron en el año 2014. Los propios vecinos reclamaron una solución al Consistorio, que emitió un expediente sancionador por una falta “muy grave” en base a informes policiales instando a la propietaria a optimizar la insonorización del centro.

Asimismo, los vecinos acudieron al Defensor del Pueblo y éste “ratificó que las medidas adoptadas por el Ayuntamiento son adecuadas” y añadió, ante la persistencia del problema, que “sería recomendable adoptar más medidas”, apuntan desde el Gobierno local.

En este sentido, el Consistorio subraya que el cierre es temporal hasta que la propietaria del centro proceda a solventar los problemas de ruidos existentes.

Con respecto a las goteras, fuentes municipales han señalado que se trata igualmente de un conflicto entre particulares y que su presencia ha impedido en varias ocasiones realizar las convenientes mediciones de ruidos debido a que afectan al sistema de insonorización.