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Pepón Nieto: «La comedia también tiene esa obligación de remover y hacerte pensar»

Del teatro al cine. Ese es el viaje de El Intercambio, proyecto personal de Ignacio Nacho que tras su exitoso paso por las tablas, llega a la gran pantalla con Pepón Nieto, Rossy de Palma, Hugo Silva y Paco Tous como protagonistas.

La historia gira en torno a Eva y Jaime, que en el aniversario de su relación deciden «oxigenar» su rutinario matrimonio con un intercambio de parejas, deseo expreso de Jaime. Y este Jaime en cines es Pepón Nieto, el actor andaluz que al otro lado del teléfono me cuenta las claves de esta «comedia de autor».

Jaime y Eva están de aniversario y ella le regala a él un intercambio de parejas para oxigenar la relación. Pero la cosa no va por donde Jaime pensaba. 

Esa es la excusa para que Igancio Nacho (el director), desde su punto de vista, hable de unos personajes que están muy vacíos, solos, muy equivocados y con problemas sin resolver. Esa vía de lo sexual creo que es un poco el pretexto para hablar de cómo somos y cómo nos sentimos ante la pareja. Todo eso contado desde la mirada de Ignacio Nacho, que hace que la película sea muy única e incluso rara, en el mejor sentido de la palabra. Es una comedia donde te vas a reír pero si escarbas un poco vas a encontrar muchas más cosas.

Das vida a Jaime. ¿Cómo es ese Jaime?

La obligación de un actor siempre es querer a su personaje y no juzgarlo. Yo no podría hacer ni éste ni ningún otro si los juzgara. Pero visto desde fuera, Jaime es un egoísta, un cretino, un tipo bastante mediocre venido arriba y que se cree que controla y domina las situaciones, siendo un pobre desgraciado. Yo he intentado que un personaje así te acabes compadeciendo de él, que tenga otras capas y ver un poco el lado humano de este desgraciado que, en el fondo, no es capaz de echar una cana al aire fuera de su relación. Hasta para hacer eso tiene que convencer a su mujer para no sentirse culpable. Es un tío invadido por la culpa, con una vida muy mediocre.

«Yo siempre he pensado qué es más efectiva la denuncia de un payaso que la de cincuenta pancartas»

¿De qué manera se construye un personaje así?

La forma de construirlo siempre se hace desde el guión y desde el texto. No hay posibilidad de llevártelo a tu terreno, de hacerlo cercano. Los personajes no hablan como hablamos tú y yo normalmente. Por eso era imprescindible respetar el texto hasta la última coma y sabérselo perfectamente, porque todo lo que se dice era dicho de una manera muy concreta dentro del universo de Ignacio Nacho. Con lo cual había que ser muy respetuoso. Y luego la estructura es muy teatral. En realidad no son secuencias cortas, son muy largas y todo muy teatral. También porque es una película de bajo presupuesto, donde no había demasiados días para rodar y había que traer el trabajo hecho de casa, sin necesidad de estar probado y la incertidumbre de cómo voy a hacer esto. Teníamos que tener muy claro cómo íbamos a resolver las secuencias porque no había tiempo real y físico para hacerlo.

¿Cuáles son, a tu juicio, las claves para que una comedia de enredo con tantas capas como decías, funcione en pantalla?

Bueno yo nunca lo sé. Si se saben las claves todo el mundo produciría (ríe), porque todo el mundo sabría el secreto del éxito. Yo creo que la película está contada desde una verdad: la verdad de Ignacio Nacho. Y a los actores no hay cosa que más nos guste que nos dirijan. Ponernos en mano de un director que quiere contar unas cosas como las quiere contar, que lo tiene muy claro y además ha sido actor y sabe explicártelo muy bien. Nosotros nos ponemos en sus manos. No es una comedia al uso, es muy de autor y muy libre. No obedece en ningún momento a lo que está establecido. Él dirige desde la libertad creativa. Los actores tenemos poco que hacer ahí, más que hacer nuestro personaje. Y yo espero que la gente entre en eso, se genere un debate interno de: a lo mejor yo también tengo esas carencias.

Qué mejor que el humor para hacer a la pareja reflexionar.

El humor tiene esa virtud. Con el sentido del humor se pueden decir muchísimas cosas. Yo siempre he pensado qué es más efectiva la denuncia de un payaso que la de cincuenta pancartas. Hay muchas cosas que te planteas viendo una comedia que te hace reír y que de repente te hace pensar. A mí no hay cosa que más me guste que se me congele la sonrisa porque me siento identificado con lo que estoy viendo. Por eso creo que la comedia también tiene esa obligación de remover y hacerte pensar.

¿Recuerdas que te hayan hecho, y que se pueda confesar, un regalo de aniversario tan peculiar como el de El Intercambio?

(Ríe) Si me lo hubieran hecho lo recordaría. No, no. No me lo han hecho. No soy yo de decir esto no lo haría, porque no sabes las vueltas que va a dar la vida. Pero a día de hoy no haría un intercambio de parejas. Primero porque no lo necesito ya a la edad que tengo (ríe) y luego porque creo que el intercambio de parejas no solo hay que hacerlo para echar una cana al aire, sino como un ejercicio de generosidad hacia al otro, de empatía…Entran muchas cosas y no es algo tan básico que no tiene sentido y al final, seguro, que va a salir mal.

Coincides otra vez con Paco Tous y Hugo Silva tras Los Hombres de Paco.

Llama mucho la atención esto del encuentro de Hugo, Paco y yo, pero es que Hugo, Paco y yo somos muy amigos. He hecho cine y teatro con ellos y somos amigos. Paco porque vive en Sevilla y cuando no estamos trabajando nos vemos más, pero Hugo y yo nos vemos prácticamente todas las semanas. Es una cosa grata coincidir en un trabajo juntos y cuando te conoces las cosas son más sencillas. Pero en ningún momento tuvimos la sensación de Los hombres de Paco ni la película va por ahí. Es una cosa que os llama más a vosotros los periodistas (ríe), que nosotros que somos amigos y trabajamos juntos muchas veces.

¿En qué momento personal y profesional te ha llegado este trabajo?

Con la edad que tengo y los años que llevo en esto hay rachas en las que hay más trabajo o menos, pero yo no construyo un camino ni mi carrera sobre esto. Los trabajos me pillan en un momento en el que me gusta lo que leo y lo que cuenta el proyecto. En este caso me gusta mucho desde el sitio que Ignacio Nacho lo cuenta, tiene una mirada muy especial y distinta y decidí embarcarme en esta historia. Los trabajos te van llegando y, en general, casi todos los actores españoles, cuando nos llega un trabajo lo hacemos. Ya te digo, nos atraía muchísimo porque es muy difícil encontrarse una comedia tan libre

PEPÓN NIETO: CUATRO NOTAS