interior de un vehículo de Protección Civil de Valdemoro

Falta de material, vehículos en muy mal estado, desprecio hacia aspirantes y voluntarios, modos autoritarios, órdenes contradictorias o sencillamente absurdas, abandono por parte de los responsables políticos… La Agrupación de Protección Civil de Valdemoro está en crisis. La situación está tan deteriorada que, muy probablemente, deje de existir porque no haya nadie dispuesto a permanecer en ella.

Las quejas sobre lo que ocurre en la Agrupación no son de ahora. Desde hace meses se vienen produciendo. Primero en el ámbito interno de la propia Agrupación, por parte de miembros que avisan a los responsables de que las cosas no funcionan. Después a través de avisos anónimos que intentan poner sobre aviso a los responsables municipales de lo que está ocurriendo. Finalmente, mediante denuncias ante los representantes políticos y ante los medios de comunicación, denunciando una situación insostenible.

Protección Civil de Valdemoro tiene los días contados si se mantiene la actual estructura de mando

Este periódico ha hablado con algunos de los afectados y ha podido constatar que lo que se cuenta es cierto. Y también es muy triste. Los miembros de Protección Civil no son trabajadores al uso. Son voluntarios que desean trabajar para la sociedad de modo altruista. Y deciden que la manera de hacerlo es estar presentes y actuar en momentos en que la ciudadanía necesita que la protejan.

No piden a cambio un sueldo o un puesto de trabajo. La única contraprestación que esperan es un trato digno y unas condiciones decentes para ejercer su labor y poder servir a sus vecinos. Y eso es, precisamente, lo que los voluntarios de Valdemoro no han encontrado en la Agrupación de Protección Civil de la ciudad.

“No contamos con la ropa adecuada”, denuncian a este medio, “el que tiene abrigo no tiene forro polar, y el que tiene forro polar no tiene abrigo. Y muchos, solamente tenemos un polo, en verano y en invierno, pero solamente un polo”. No tienen botas, ni equipos de protección individual (EPIs) como cascos o chalecos.

Ni siquiera cuentan con un botiquín en el coche. Y, cuando lo reclaman, resulta que el jefe les responde que “ya tienen su propio botiquín”. Porque los voluntarios de Protección Civil solo cuentan con “su propio botiquín, su propia ropa de abrigo, su propio móvil y, si tienen que comer en un servicio, su propia comida”.

El desamparo en que se encuentran no se refiere solo a los medios personales, también al material que usan

Pero el desamparo en el que se encuentran no se refiere solo a los medios personales. También los vehículos están en tal estado calamitoso que, una inspección técnica alternativa, a cuyos resultados ha accedido este periódico, demuestra que ninguno de los coches de la agrupación pasa la ITV.

Por eso, en un incendio en Aranjuez en el que se desplegó la agrupación, los voluntarios descubrieron con horror, en plena actuación, que en el coche en el que viajaban no funcionaban las luces y los frenos fallaban. Y el estado del vehículo les puso a ellos en peligro hasta el punto de que tuvieron que ser rescatados.

La situación ha llegado al Pleno municipal. Los medios se hacen eco del desastre. Pero lo cierto es que la Agrupación de Protección Civil de Valdemoro ha perdido en los últimos meses a más de la mitad de sus efectivos. Que muchos de ellos, desencantados, han pedido la incorporación en agrupaciones de ciudades cercanas. Que algunos piden baja por depresión. Y que los que quedan cada vez encuentran menos motivación en seguir en un voluntariado que les desprecia.