A poco más de 50 kilómetros de Madrid capital se encuentra la conocida como Playa del Alberche, a la que cientos y miles de madrileños acuden durante el verano para calmar en sus aguas las altas temperaturas. Ubicada en el término municipal de Aldea del Fresno (Comunidad de Madrid), la zona cuenta con aparcamiento y cierta protección y vigilancia ambiental.

No así siguiendo el curso del río Alberche, aún en territorio madrileño y colindando ya con la comunidad de Castilla La Mancha. En los márgenes del río se acumulan basuras, restos de obra, muebles, colchones, neumáticos y otros residuos que no solo dañan el medio ambiente, la flora y la fauna de este importante entorno natural, sino también de los vecinos de la cuenca del Alberche. Unos vecinos que han dicho basta a la masificación del río y la inactividad de las administraciones regionales y la Confederación Hidrográfica del Tajo, de la que depende el Alberche.

Así han emprendido una campaña informativa para que los usuarios que acuden al río como opción de ocio natural, sobre todo los fines de semana, recojan sus basuras y no las dejen en los márgenes. Con carteles como ‘Río, te queremos limpio’, ‘¿Te dejas la cartera, el móvil…. Y la basura?’ o ‘La basura que tiras no habla, pero dice mucho de ti’, los vecinos tratan de concienciar a los turistas de la importancia de mantener el río en perfectas condiciones.

Lo cierto es que la campaña ha tenido cierto efecto, ya que la acumulación de desechos y bolsas de desperdicios es menor (al menos visualmente) que otros años. También porque este verano, la recientemente declarada playa azul del pantano de San Juan, se ha llevado a gran parte de los bañistas que acudían normalmente al Alberche.

Sin embargo, y a pesar de esta interesante iniciativa vecinal, queda mucho por hacer. Al menos administrativamente, ya que entre Castilla La Mancha y la Comunidad de Madrid se pasan la ‘patata caliente’ al declararse no competentes en esta materia.

La situación de caos administrativo, en ocasiones, ha llegado a tal extremo que los vecinos se han visto obligados a denunciar ante el SEPRONA (Servicio de Protección de la Naturaleza) conductas que rallarían la ilegalidad por parte de bañistas. Como pueden ser el vertido de sustancias contaminantes en el Alberche, llegando incluso a ser amenazados por algunos de los turistas del río que han sido reprobados por su actitud irresponsable.